La Guardia Civil, en el marco de la operación Yantai, desarrollada en las provincias de Toledo, Madrid, Segovia y Guadalajara, ha procedido a la detención de 12 personas de nacionalidad vietnamita de entre 25 y 48 años de edad, pertenecientes a una organización dedicada a la trata de personas con fines de explotación laboral. En la operación se ha liberado a seis personas que estaban siendo explotadas laboralmente.

A los detenidos se les imputa los supuestos delitos contra la trata de seres humanos, la salud pública, defraudación de fluido eléctrico y falsedad documental, ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Se han efectuado siete entradas y registros en naves y domicilios ubicados en las localidades de Sigüenza, Santa Cruz de la Zarza, Recas, Camarma de Esteruelas, Torrejón del Rey y Azuqueca de Henares donde se ha intervenido 7.500 plantas de marihuana, dinero en metálico, así como numerosos efectos empleados en labores de cultivo de la marihuana, tales como paneles de pladul, abonos, fertilizantes, material eléctrico, sistema de extracción y antiolor y filtros de carbono.

La investigación se inició cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de que unos ciudadanos de origen asiático habían alquilado en extrañas circunstancias, una nave industrial del polígono Los Llanillos de la localidad de Sigüenza (Guadalajara).

Por tal motivo, los agentes iniciaron un operativo entorno a la nave, pudiendo constatar que dicha nave estaba siendo utilizada para la cultivar y procesar plantas de marihuana.

Para ello, la organización utilizaba a compatriotas que eran desprovistos de su documentación, al objeto de impedir su libre circulación y obligarlos a trabajar sin descanso. En los registros se encontraron dormitorios habilitados en los lugares de trabajo que carecían de adecuadas condiciones de vida e higiene.

Una vez procesada la marihuana, los integrantes utilizaban un vehículo para el transporte de la droga en distintas naves industriales y domicilios ubicados Castilla-La Mancha, Castilla León y Comunidad de Madrid.

Las investigaciones realizadas por los agentes han permitido acreditar la existencia de una organización delictiva organizada y estructurada, dedicada al cultivo de grandes plantaciones de marihuana y a la trata de seres humanos para su explotación, que albergaban pretensiones de extender el negocio ilícito a otras zonas del país.

Asimismo, la estructura de la organización se encontraba integrada por un líder de origen vietnamita. Esta persona situaba en los escalones más altos de la organización a personas de su confianza y en los eslabones más bajos a compatriotas que eran desprovistos de su documentación con el fin de impedirles el contacto con el exterior.

La Guardia Civil ha destacado la importancia de la cooperación internacional, que constituye un factor clave en el éxito de estas actuaciones debido a la transnacionalidad de los grupos organizados que captan, trasladan y explotan a sus víctimas en diferentes países, tanto estados miembros de la Unión Europea como terceros países.

La operación ha sido desarrollada por efectivos de las Comandancias de Guadalajara, Toledo, Segovia y Madrid.