La Guardia Civil ha detenido en la Vega Baja a doce presuntos miembros de una banda de traficante que tenía cinco plantaciones de marihuana en chalés okupados. Los agentes realizaron ocho registros en San Miguel de Salinas, Rojales y Orihuela Costa, donde decomisaron 2.953 plantas de marihuana maduras, 1,6 kilos de cogollos ya envasados para su distribución y varias dosis de cocaína, MDM y aceite de hachís para el consumo propio de los integrantes de la banda. La Guardia Civil cifra en 60.000 euros el valor en el mercado negro de la droga intervenida.

Los investigadores también intervinieron 45.000 euros y 4.000 libras en efectivo, cinco coches de alta gama, una pistola detonadora, dos pistolas eléctricas y numerosos relojes de lujo, entre otros efectos.

El Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Pilar de la Horadada comenzó las pesquisas tras una denuncia presentada a finales de enero por la ocupación de una vivienda en San Miguel de Salinas. La casa ya estaba desalojada pero los agentes detectaron que había sido usada para cultiva marihuana y comenzaron así una ardua investigación que destapó la red ahora desarticulada.

Los sospechosos buscaban casas desocupadas de gran tamaño y con jardín y falsificaban contratos de alquiler a nombre de personas extranjeras para dar de alta los suministros. Una vez instalados en los chalés los acondicionaban para el cultivo «indoor» de marihuana. Para ello contaban con el asesoramiento de uno de los arrestados, el cual posee estudios de agronomía.

Los dos cabecillas tienen 23 y 28 años y gozaban de un alto nivel de vida, hasta el punto de gastarse en una sola noche más de 2.000 euros en botellas de una conocida marca de champán. En sus viviendas la Guardia Civil localizó cientos de botellas, así como ropa de marca y artículos de joyería.

Según la Guardia Civil, el grupo también tenía obsesión por la seguridad. Contrataban servicios de alarma y videovigilancia y además guardaban en la mesita de noche todo tipos de armas para hacer frente a cualquier sorpresa. Por si fuera poco, en cada vivienda tenía perros de razas potencialmente peligrosas.