El cuñado de Enrique Ortiz y asesor jurídico del empresario, Miguel Carratalá, ha rechazado esta mañana en el juicio por los presuntos amaños del Plan General de Alicante que la compra del Estadio José Rico Pérez se cerrara con el objetivo de conseguir una recalificación urbanística de la zona donde se levanta el campo de fútbol del Hércules CF.

Carratalá ha asegurado que el compromiso de Aligestión era invertir cuatro millones de euros para la rehabilitación del campo para arreglar las deficiencias pero que en ese momento surgió otra opción más ambiciosa porque se planteó la posibilidad de que España optara a organizar el próximo Mundial de Fútbol y Alicante tenía opción a ser sede de alguno de estos partidos, motivo por el que se acabó presentado un Plan de Reforma Integral para la zona a fin de financiar el proyecto.

La operación urbanística, que finalmente no salió adelante, es una de las supuestas irregularidades en el planeamiento de la ciudad que se están enjuiciando en este proceso. 

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Nueva sesión del juicio por los presuntos amaños del PGOU de Alicante

Cómo el Programa de Reforma Interior para la zona del estado llegó de la mesa de los técnicos a la del equipo redactor del Plan General, era algo que desconocía pero ha asegurado que en aquellos días "el alcalde Luis Díaz Alperi había asegurado públicamente que se lo iba a trasladar a Jesús Quesada".

Los técnicos municipales habían manifestado que la envergadura del proyecto para el entorno del estadio obligaban a analizarlo dentro de los trabajos de revisión del Plan General. Según Carratalá, parte de las pretensiones aparecían recogidas en la primera salida a exposición pública del planteamiento, "aunque no recogía todas nuestras peticiones y por eso presentamos alegaciones que tampoco se estimaron".

Las protestas de los comerciantes que veían con recelos la zona comercial que se proyectaba en la zona hicieron que finalmente el proyecto no saliera adelante.

También ha declarado el que fuera el presidente del Hércules, Valentín Botella, que ha manifestado que sólo se ocupaba de cuestiones meramente deportivas y que de todo el tema urbanístico no sabía nada.

Botella ha confirmado los intentos para que el Rico Pérez pudiera acoger partidos del Mundial en el caso de que esta competición se hubiera celebrado en España y que las obras de reforma del estadio eran necesarias porque se encontraba en muy mal estado.