La tradición judicial española sitúa el interrogatorio del acusado en una causa penal siempre al inicio del juicio. Se le pregunta si se considera inocente o culpable y, salvo que haya un acuerdo de conformidad previo entre las partes en el que acepte la pena pactada, lo que hace innecesario la celebración del resto de la vista, esa declaración inicial de inocencia da paso a la vista oral y, por tanto, a la práctica de la prueba.

Aunque la Ley de Enjuiciamiento Criminal (Lecrim) española no dice nada sobre la obligatoriedad de que declare el acusado, se considera que esa es la mejor manera de velar por la garantía de defensa, pero, ¿por qué tradicionalmente se le escucha antes que al resto de testigos y antes de las pruebas testificales, periciales o de otro tipo que, en realidad, le incriminan?

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Caso Maje: Arranca el juicio de la viuda negra de Novelda por el crimen de Patraix

La situación empezó a cambiar hace poco más de un año. Toda una corriente de juristas comenzó a plantear dar la vuelta a esa tortilla en aras a afirmar más aún el derecho a la defensa que asiste a todo inculpado. Así, invocaron al último párrafo del artículo 701 de la Lecrim, la que fija el orden que se sigue en un juicio, para alegar que el presidente de la sala, ya sea por decisión suya o a solicitud de las partes, puede alterar el orden de las pruebas en la vista oral.

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Última actualización 20:49

🔴 ÚLTIMA HORA: Maje y Salva, culpables de asesinato

Culpable del asesinato de su marido. El jurado popular ha dictado su veredicto y ha considerado probado que María Jesús M. C., más conocida como Maje, planeó junto a su amante, Salvador R. L., acabar con la vida de Antonio Navarro, asesinado de ocho cuchilladas el 16 de agosto de 2017 tras ser sorprendido a traición en un sótano del garaje de la calle Calamocha de València donde habitualmente guardaba ella el coche. Los miembros del jurado, compuesto por cinco mujeres y cuatro hombres, han resuelto como hecho probado que Maje facilitó la llave de acceso al citado garaje para que Salva, autor confeso del asesinato, consumara el crimen.

ÚLTIMA HORA: El jurado declara culpables a Maje y Salva. Hay unanimidad en que planificaron el asesinato. No hay indultos para ninguno de los dos ni remisión de penas por unanimidad.

Hoy se va a saber el veredicto de un crimen que tuvo dos relatos: El de ella, exculpatorio para sí misma, y el de él, inculpatorio para ambos. La capacidad comunicativa tanto de Salva y Maje ha sido fundamental y, en principio, ha beneficiado a quien diga la verdad, ya que es más fácil caer en contradicciones cuando se miente.

El juicio llega a su final: los dos inculpados están enfrentados desde noviembre de 2018, diez meses después de que ambos fueran encarcelados como coautores del brutal crimen al marido de ella por ocho puñaladas

Los nueve miembros del jurado que han tomado la decisión se ha reunido en la sala Tirant lo Blanch de la Ciudad de la Justicia de València, donde se han desarrollado las once sesiones del juicio.

Los nueve miembros del jurado del caso Maje están a punto de anunciar el veredicto: ¿Serán María Jesús M. C. y de Salvador R. L. culpables del asesinato del marido de ella, el ingeniero noveldense Antonio Navarro Cerdán, muerto tras recibir ocho cuchilladas en el garaje de su casa? En unos minutos lo sabremos.

El juez explica que mañana se hace la entrega del objeto del veredicto al jurado, una vez esté confeccionado.

Y dan por concluida la sesión de hoy.

Recordamos a los lectores que mañana no habrá directo narrado puesto que las actuaciones se llevarán a cabo a puerta cerrada.

La próxima cita será previsiblemente cuando el jurado popular tenga el veredicto. Probablemente el lunes.

Por supuesto, les seguiremos informando de cualquier novedad que tenga lugar.

Muchas gracias por seguirnos.

Maje también quiere hablar y sube al estrado:

"Ante todo de nuevo mi arrepentimiento y perdón a la familia de Antonio. Mi egoísmo y cobardía a la hora de no acudir a la policía cuando Salva me contó lo que había hecho. Solo pensé en mí y lo que me podía acarrear. Lo siento mucho"

Salvador habla:

"Confirmo todo lo que he dicho y quiero expresar mi profundo arrepentimiento de los hechos"

El magistrado anuncia que los acusados tienen derecho a la última Palabra.

Salva va a hacer uso y sube al estrado.

Es por eso que pido la libre absolución y no admitimos encubrimiento, porque no encaja en el delito.

Termina Boix

Boix concluye con unas ideas:

1- Nunca hablan ni oirán una conversación entre Salva y Maje decir que han planeado el crimen (no hay que olvidar que salva declara que se concretó en su terreno de Riba-roja)

2- No hay móvil

3- No tiene sentido planificar un crimen y que Salva vaya a casa de la hermana de Maje para contarlo, lo lógico es no verse. No encaja

4- No tiene sentido que esta mujer "fría y calculadora" rompa con Salvador sabiendo que él se le volverá en contra. Por qué se juega veintitantos años de cárcel por no seguir con un contacto.

Sobre la conversación del centro comercial, la audición es complicada, "ya lo sabíamos". Maje está preocupada y es humanamente comprensible, "está encubriendo a quien ha matado a su marido" .

Y cuando hablan de las llaves "claro que le preocupa que se malinterprete"

Que no lo denunciara, claro "pero eso no acredita que lo matase"

En las cartas de prisión se le enviaban de Salva a Martina, les ruego que vean que insiste en varias de ellas "me escucharán decir la verdad"

Un detalle interesante: ustedes creeen que si Maje hubiera propuesto a Tomas acabar con Antonio, ella motu propio le diría a la policía de motu propio que tiene una relación con Tomás?

Un informe que se basa en testigos que no están en la causa no se puede valorar. Se basa en hechos y declaraciones de gente que no ha estado aquí

Con respecto a la declaración de los peritos de la defensa de Salva, Boix considera que uno de ellos tenía relación con una empresa de marketing "algo muy honesto" y la otra es psicóloga "cuya tesis tiene que ver con los delincuentes viales, nada que ver con homicidios y asesinatos"

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Y, bajo ese argumento, empezaron a reclamar que el acusado, como sujeto pasivo del procedimiento, prestase testimonio al final del juicio, después de conocer con certeza todas las pruebas existentes en su contra, en lugar de hacerlo el primero, cuando aún desconoce qué se va a decir y presentar en su contra.

Es una solicitud aún poco común, pero tampoco novedosa del todo, ya que no es extraño verlo en juicios, sobre todo, por delitos graves.

Y eso es exactamente lo que invocó el miércoles el abogado de María Jesús M. C., Maje, el catedrático Javier Boix, aprovechando la presentación de un informe de escasa relevancia por parte de la abogada del otro coacusado. Boix, que incluso buscó la nulidad alegando que no le daba tiempo a examinar ese informe —que ya conocían todas las partes—, pidió, como alternativa, que su clienta pudiese declarar al final del juicio, una vez conociese todas las pruebas en su contra, aunque lo había declinado horas antes. El fiscal, en aras a garantizar el derecho de defensa de la presunta asesina, accedió, con la única condición de que el cambio no solo fuese para Maje, sino también para Salvador R. L., Salva. Y así se decidió.

En apariencia, un tanto en este partido que tiene por cancha la Ciudad de la Justicia para la defensa de Maje, pero las opiniones de los juristas sobre la idoneidad de declarar antes o después de la práctica de la prueba están divididas.

Los más progresistas —desde un punto de vista jurídico, no ideológico— defienden esa tesis porque, dicen, declarar en primer lugar tiene la desventaja de que el inculpado no puede contrarrestar los testimonios que puedan desfavorecerle, ni explicar pruebas que lo señalen.

Así, la defensa de Maje ha creído que es una ventaja para la presunta asesina declarar en último lugar porque podrá rebatir exactamente aquellos puntos de la prueba que sus abogados consideren más dañinos para ella, y habiendo visto con anterioridad la reacción exacta de los jurados ante el testimonio de cada uno de los amantes que desfilarán por el juicio o de los policías que la investigaron durante cinco meses antes de detenerla, por ejemplo. Pero también de cada documento —wasap, carta o grabación telefónica—. Y su voz será la última que escuche el tribunal popular, lo que los defensores de este sistema entienden como ventajoso de cara a convencer a los jurados, máxime si tienen el don de moldear voluntades.

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Sin embargo, quienes defienden la tesis contraria sostienen que, en un juicio con jurado como el que está juzgando el asesinato del ingeniero de Novelda Antonio Navarro a manos presuntamente de su esposa y del amante de esta, declarar antes significa que los jurados escuchan la versión de Maje —y de Salva— en primer lugar. Y eso puede valer su peso en oro, porque esa primera versión es la que ayudará a los jurados a empezar a formarse una opinión jurídica sobre lo ocurrido por boca precisamente de quien está acusado de cometer los hechos.

Mientras que, hacerlo al final, implica dar explicaciones a quienes van a decidir sobre su culpabilidad cuando ya han escuchado el cúmulo de testimonios y pruebas en su contra. Es decir, cuando ya se han formado una opinión sobre los hechos, que es lo que se debe juzgar, como recordó el propio Boix el primer día del juicio, y no sobre la persona, por lo que el cambio parece apostar, precisamente, porque la declaración de Maje sea precisamente su principal arma de defensa.