Veinticuatro años después de que dos motoristas asesinaran a tiros en un semáforo de Dublín a la periodista Verónica Guerin, una operación antidroga de la Policía Nacional en Torrevieja y Orihuela Costa puede convertirse en el remate final de la carrera delictiva del conocido criminal irlandés John Gilligan, de 68 años. En la década de los 90 era el jefe de una organización de narcotráfico a gran escala que fue juzgado y absuelto como la persona que ordenó la ejecución de la periodista en Dublín en junio de 1996 por los artículos que publicaba contra los traficantes de droga. Cumplió 17 años de prisión tras ser condenado por narcotráfico a 28 años y ahora ha sido apresado en Torrevieja por el mismo delito y con un revólver similar al utilizado para matar de seis disparos a Verónica Guerin. Uno de los autores materiales sí cumple cadena perpetua por el crimen.

El revólver estaba enterrado dentro la parcela del chalé adosado donde Gilligan vivía en Torrevieja y la Policía, que ha realizado la operación en colaboración con la Policía de Irlanda y la National Crimen Agency -NCA- analizará ahora si es la misma arma del crimen, una posibilidad que los investigadores no descartan a pesar del tiempo transcurrido. Se trata de un revólver Colt Phyton del calibre 357 mm, que no es de de uso habitual y la Policía sospecha que Gilligan lo podría guardar como si fuera un souvenir o fetiche al considerar a Verónica Guerin culpable de su condena y de la pérdida de la mayor parte de sus propiedades en Irlanda.

El revólver encontrado que es idéntifico al usado para asesinar a Verónica Guerin. | INFORMACIÓN

John Gilligan fue detenido el pasado martes junto con su actual pareja, su hijo y otros tres miembros del grupo de narcotraficantes por agentes del Greco Levante con base en Alicante y de la UDYCO de la Policía de Murcia. La investigación, que está declarada secreta, la dirige el juzgado de Instrucción número 1 de Torrevieja, donde se acordó este jueves el ingreso en prisión de Gilligan por delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal. Las otros cinco personas quedaron en libertad con cargos.

Según la Policía, formaban un grupo violento de traficantes de drogas y armas y estaban especializados en enviar paquetes postales a Reino Unido e Irlanda con marihuana, medicamentos hipnóticos y armas.

Detenido en Torrevieja un conocido narco irlandés con posible relación con el asesinato de una periodista

Detenido en Torrevieja un conocido narco irlandés con posible relación con el asesinato de una periodista

Los investigadores interceptaron en España cuatro envíos postales con cuatro kilos de marihuana y 15.000 pastillas, mientras que Irlanda se abortó el pasado septiembre la entrega de tres pistolas del calibre 9 mm, cargadas y listas para disparar. Asimismo, en los cuatro registros domiciliarios realizados en Torrevieja y Orihuela Costa decomisaron otros 4 kilos de marihuana y 11.000 pastillas más, así como el mencionado revólver.

Las pesquisas se iniciaron el pasado año y desde entonces los agentes han podido comprobar cómo John Gilligan ha continuado con sus actividades ilícitas tras salir de prisión a finales de 2013. En 2014 sobrevivió a un intento de asesinato en Irlanda tras recibir cuatro disparos cuando estaba en casa de su hermano y posteriormente eligió la Vega Baja para afincarse. Ahora deberá responder en España por los delitos cometidos aquí, pero en el caso de que se confirme que el revólver es el del asesinato de Verónica Guerin las autoridades irlandesas reclamarán su extradición.

Dos películas sobre la historia de Verónica Guerin

La cruzada de la periodista irlandesa Verónica Guerin contra el crimen organizado en Dublín y su asesinato a causa de sus publicaciones en The Sunday Independent fueron recogidas en dos películas que narran su historia, una de ellas protagonizada por la actriz Cate Blanchett. En está última se relata al final que tras el asesinato de Verónica, de 38 años, se cambió la Constitución para intervenir bienes a sospechosos de narcotráfico y miles de personas salieron a la calle para protestar contra las drogas y forzaron a los traficantes a salir de Dublín.