Si ya es execrable que un hombre agreda sexualmente a una mujer, aún es más repugnante que la víctima sea tu propia hija, como ha ocurrido con un fugitivo de origen islandés que ha sido detenido por la Policía Nacional en Benissa al estar reclamado por las autoridades de Dinamarca para cumplir una pena de diez años de prisión por violar a su hija de 12 años en una decena de ocasiones y causarle lesiones graves.

La Policía Nacional inició el pasado junio las pesquisas para localizar al sospechoso tras tener conocimiento de una orden europea de detención y entrega cursada por las autoridades danesas para ser extraditado por delitos de agresión sexual, lesiones graves y pornografía infantil.

Según la Policía Nacional, las violaciones fueron cometidas entre los años 2006 y 2010 y ocurrieron tanto en Islandia como en Dinamarca, país donde fue condenado. Para consumar las agresiones el ahora apresado usó la violencia e intimidación para forzar a su hija menor de edad a mantener relaciones sexuales en aproximadamente una decena de ocasiones.

En algunas de las ocasiones, el padre golpeó a su hija para superar la resistencia que ofrecía. Patadas por el cuerpo e incluso en la cabeza, así como golpes con varios objetos domésticos. A causa de estas agresiones físicas la menor sufrió lesiones de gravedad, según se recoge en la reclamación para la extradición del fugitivo.

Una vez se detectó la posibilidad de que estuviera el fugitivo en Benissa, la Policía estableció un dispositivo de control y vigilancia en las zonas frecuentadas por el sospechoso. De este modo lograron localizarlo y detenerlo en las inmediaciones de su domicilio tras varios días de vigilancia.

Además de este fugitivo, la Policía también ha detenido recientemente en Marbella a un hombre reclamado en Francia como responsable de una organización de narcotráfico a gran escala que llevaba alijos de hachís en camiones desde España hasta el país francés.