La Audiencia de Alicante ha condenado a penas que suman diez años de prisión a un septuagenario acusado de abusar de dos menores de edad a las que se llevaba a su auto caravana para mantener relaciones sexuales a cambio de dinero, tabaco, marihuana y otros regalos, según la sentencia a la que ha tenido acceso este diario. Se trata del mismo hombre que fue acusado poco después de estos hechos de haber intentado raptar a una niña de ocho años en la plaza de los Luceros de Alicante, aunque en aquella ocasión el tribunal solo le pudo imponer una pena de 21 meses de cárcel por coacciones al no haber quedado probado que tuviera intenciones de secuestrar a la pequeña.

En la sentencia de la Sección Décima, el tribunal considera acreditado que entre los meses de septiembre a diciembre de 2017 el acusado estuvo invitando a las dos menores, de 15 y de 17 años de edad, a la auto caravana en la que residía para tener relaciones sexuales a cambio de regalos. Al hombre se le acusaba por corrupción de menores en un tercer caso, el de la hermana de una de las víctimas, pero la sala le absuelve por no haber quedado probado que la niña de trece años llegara a presenciar las relaciones sexuales que el procesado tuvo con su hermana.

Una de las dos menores tenía quince años cuando ocurrieron los hechos y con un trastorno de atención e hiperactividad. La sentencia considera probado que a cambio de marihuana, dinero y otros regalos le pedía mantener relaciones sexuales y llegaron a tener hasta quince encuentros íntimos. Según la sentencia, los encuentros fueron cada vez de mayor entidad. Empezó pidiendo besos, pasó a caricias y finalmente relaciones sexuales completas.

En el caso de la segunda de las menores, que contaba con 17 años cuando ocurrieron los hechos, el fallo considera probado que el procesado le ofreció la posibilidad de ganar dinero a cambio de que dejara que le realizara tocamientos y exigirle que le masturbara. La joven acudió hasta en tres ocasiones a la caravana recibiendo a cambio dinero, tabaco y una bicicleta.

El procesado se acogió en el juicio a su derecho a responder solo a las preguntas de su abogado y negó los hechos. De todas maneras adujo que no sabía que una de las menores era menor de quince años.

El fallo subraya que el acusado conocía perfectamente cuál era la edad de la menor, porque conocía a sus abuelos desde hace años y la había visto crecer.

Desde la defensa se trató de poner en duda la credibilidad de las menores es por considerar que sus circunstancias personales eran «problemáticas». Aunque el fallo valora la existencia de contradicciones en sus testimonios, tiene en cuenta la existencia de WhatsApp entre ellas que corroboran su versión. El fallo le condena por delitos continuados de abusos sexuales a menores y corrupción de menores.