Los responsables de la investigación del asesinato de un niño en Elda ha desgranado esta mañana en el juicio cómo la Policía llegó a convertir a la acusada, Alejandra García, en la principal sospechosa. Los policías acudieron a la vivienda aquella tarde del 30 de agosto de 2017 donde según les dijeron unos desconocidos habían atacado a una mujer y a un niño y les trataron de agredir sexualmente. Iban vestidos de motoristas y con el rostro cubierto con cascos y se dieron a la fuga, según el relato de la mujer. En los primeros momentos, dada la gravedad de los hechos todas las opiniones estaban abiertas pero fueron las contradicciones en su relato lo que la acabaron de convertir en sospechosa, aunque el agente ha señalado que en un primer momento creyeron todo lo que ella les decía. 

La Policía llegó a investigar a la expareja de Alejandra, que residía en Murcia por si se trató de una venganza pero esta línea se descartó porque ni siquiera sabía lo que había ocurrido. También fueron descartados los padres biológicos del menor, que nunca tuvieron contacto con él desde que la Conselleria les retiró la custodia y lo dio en acogida. Otra línea de investigación fue una discusión que tuvo recientemente el padre de acogida del menor, pareja sentimental de la acusada, con un vecino de Novelda durante una competición deportiva, ya que éste es entrenador, pero esta línea se descartó. 

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Los investigadores desecharon el móvil económico al ver que en la casa había una caja de caudales que ni siquiera los asaltantes habían tocado. También les extrañó que los asaltantes desistieran de violar a la mujer porque ésta les dijo que estaba embarazada cuando acababan de matar a un niño de ocho años. Tampoco cuadraba el que para cometer el supuesto asalto solo hubieran utilizado objetos de la víctima, como la cuerda con la que Alejandra fue atada, un cuchillo de cocina y hasta el aceite corporal que el niño tenía en sus partes íntimas. Tampoco cuadró que ninguno de los vecinos hubiera visto u oído nada a pesar de que alguno de ellos había pasado hasta en tres ocasiones por la puerta del domicilio en el momento en que ocurrieron los hechos. Del mismo modo, las cámaras de seguridad de las calles próximas tampoco recogieron la supuesta huida en moto de los asaltantes. 

Uno de los responsables de la investigación que vino desde Madrid a reforzar las pesquisas ha tildado de "surrealista" la declaración de Alejandra. Descartando móviles, solo quedaba que el crimen se debió a un problema interno en la vivienda. "Las lesiones del niño eran de carácter homicida y Alejandra era la única persona que estaba con él cuando ocurrieron los hechos" ha dicho el funcionario.