Un pique de tráfico entre dos conductores por un adelantamiento en la autovía A-7 acabó en tragedia en junio de 2018 en una gasolinera de la localidad valenciana de Benifaió. «En la próxima gasolinera párate», le dijo el presunto homicida a su víctima, que iba acompañado de su pareja. Daniel Fernández, de 31 años y vecino de La Vila Joiosa, accedió y se apeó del vehículo siguiendo la discusión ambos ya fuera de los coches. Esa decisión le costaría la vida. Un jurado popular juzga desde ayer en València al presunto autor que le asestó una cuchillada en el corazón al vecino de La Vila, por la que falleció tras estar cinco días hospitalizado.

La Fiscalía solicita para el acusado una pena de quince años de prisión por un delito de homicidio con la circunstancia agravante de abuso de superioridad, mientras que la acusación particular sostiene que se trató de un asesinato y pide veinte años de cárcel. Por su parte, la defensa mantiene que se trató en todo caso de un homicidio por imprudencia grave y que su cliente actuó movido por un «miedo insuperable», ya que años antes había sido víctima de un tiroteo en otra disputa de tráfico.

Los hechos ocurrieron la mañana del 4 de junio de 2018 cuando el acusado circulaba en un vehículo, modelo Mercedes Clase A, acompañado de su hijo de 17 años, por la autovía A-7 sentido Alicante. A la altura de Picassent un coche, modelo Opel Mokka, conducido por la víctima y en el que viajaba también la pareja de éste, le adelantó, iniciándose una discusión entre ambos conductores.

Durante la disputa al volante ambos conductores bracearon, se hicieron gestos y se recriminaron mutuamente por cuestiones relacionadas con la conducción. En un momento dado, y tras colocarse en paralelo al otro coche, el procesado, Juan José G. G., con la ventanilla bajada se dirigió al otro conductor retándolo para que parara en la próxima gasolinera, según las acusaciones. La defensa sostiene que fue a la inversa, que su cliente paró antes en la gasolinera y que el fallecido podía haber pasado de largo.

Al llegar a una gasolinera de Benifaió, los dos conductores pararon y se bajaron. Según la fiscal, el acusado portaba una navaja de unos seis centímetros de hoja que mantuvo oculta en todo momento, hasta que en un momento dado, «con ánimo de acabar con la vida de Daniel», le asestó una puñalada a la altura del corazón. Tras dejarlo sangrando y malherido el procesado abandonó de forma apresurada el lugar de los hechos huyendo en el coche con su hijo de 17 años.

La víctima apenas pudo dar unos pasos ayudado por su pareja antes de caer desplomado frente a la puerta de la gasolinera. La Policía trasladó al herido en estado crítico y falleció cinco días después en La Fe.

Durante el juicio se visionará la grabación de las cámaras de seguridad de la gasolinera para aportar luz sobre la discusión y el posterior acuchillamiento, que acabó con la vida de Daniel Fernández.