Un agente de la Policía Nacional de Alicante y un sanitario fuera de servicio han salvado la vida de un hombre de 54 años que había sufrido un infarto en la vía pública. El hombre había salido a correr cuando de repente se encontró indispuesto. Rápidamente, dos de los protagonistas de esa historia empezaron a practicarle la maniobra de reanimación cardio pulmonar, hasta haciendo uso de un desfibrilador automático que uno de ellos tenía en el coche. Este suceso tiene un final feliz.

Los hechos ocurrieron la tarde del pasado jueves. El agente, fuera de servicio, se dirigía a su domicilio en su vehículo particular cuando se percató de que en un lado de la vía se encontraban varias personas con actitud nerviosa, y vio que entre ellos había un hombre tumbado en el suelo y otra persona realizando lo que parecía una maniobra de reanimación.

Ante la gravedad de los hechos, el agente se bajó de inmediato y, tras identificarse de viva voz como policía, se acercó al señor, que estaba inconsciente, sin pulso ni respiración. Junto a la víctima, había una persona realizándole la maniobra de reanimación cardio pulmonar (RCP). Era un sanitario que también se encontraba fuera de servicio y que pasaba por el lugar casualmente cuando vio la necesidad de acudir a auxiliar a esta persona.

Sin perder ni un segundo, tal y como explican fuentes policiales, el agente inició el protocolo PAS (Proteger, Avisar y Socorrer), protegiendo la escena y prestándose a colaborar con el sanitario en las maniobras de reanimación, una maniobra que precisa de varias personas para realizarla de manera simultánea y sin interrumpir para asegurar su efectividad. Al mismo tiempo, solicitaba la presencia urgente de los servicios sanitarios.

Al comprobar que el hombre no reaccionaba, el sanitario, que llevaba en su vehículo un dispositivo DESA (Desfibrilador automático), rápidamente hizo uso del aparato, a la vez que ambos seguían relevándose en la maniobra RCP.

Cuando el dispositivo realizó dos descargas, el hombre comenzó a respirar por sí mismo, pero todavía seguía inconsciente. Tanto el agente como el sanitario continuaron entonces con la maniobra hasta la llegada del servicio sanitario y de una patrulla de Policía Local, que minutos después se personó en el lugar para colaborar en la intervención.

Una vez que los servicios sanitarios se hicieron cargo de la intervención, consiguieron estabilizar a esta persona, trasladándola después al Hospital General de Alicante con pulso y con las constantes vitales débiles, donde se encuentra ya consciente y bastante recuperado, según las mismas fuentes.

La coordinación y la rápida actuación realizada en las maniobras de reanimación y el empleo del dispositivo DESA fueron determinantes para salvar la vida y conseguir recuperar a la víctima de una situación crítica como es un paro cardíaco.

El Dispositivo DESA (Desfibrilador Externo Semiautomático) es un dispositivo médico de uso extra hospitalario para revertir la parada cardiaca que puede ayudar a salvar vidas. Se trata de un dispositivo que, una vez fijadas las almohadillas adhesivas al tórax, examina el ritmo cardíaco y determina si es necesario proporcionar una descarga, en caso afirmativo, se presiona el botón para cargar y una vez realizada la descarga se continúa de manera reducida las compresiones de pecho y las labores de reanimación.

La Policía Nacional ha querido destacar la “excelente coordinación entre la Policía Nacional y el personal de los servicios sanitarios”, que aseguran que “no solo se refleja a nivel profesional si no también a nivel humanitario, actuando conjuntamente en cualquier momento y lugar que el ciudadano lo necesite”.

Los agentes de la Policía Nacional mantienen una constante formación a lo largo de toda su carrera profesional con cursos de reanimación cardiopulmonar, así como de uso de desfibriladores, para conseguir así los conocimientos necesarios para aplicar en caso de urgencia en cualquier momento que se les requiera.