La noche del 20 de agosto de 2018 José Luis S. G. murió apuñalado en un aparcamiento al aire libre en la Albufereta de Alicante. Su esposa, Concepción Martín, con la que había contrajo matrimonio dos semanas antes, y el cuidador de ésta Francisco Pérez, fueron detenidos por este crimen tras ser sorprendidos in fraganti por una policía fuera de servicio. A mediados del pasado octubre, la Audiencia imponía una condena de 22 años de prisión a Conchi y 20 a Paco por un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento después de que un jurado popular les declarara culpables .

Mes y medio después de la sentencia, el caso está a punto de ser remitido al Tribunal Superior de Justicia para que revise la sentencia. Salvo la Fiscalía, todas las partes han recurrido el fallo. La acusación particular, que ejerce el abogado Aitor Prieto en nombre de uno de los hijos del fallecido, reclaman la aplicación de agravantes que no fueron aplicadas por el magistrado y que elevarían para ambos la condena; mientras que las defensas de Conchi y Paco, los letrados José Soler y Francisco Camacho, respectivamente, reclaman la nulidad, del juicio el primero y de la sentencia el segundo. Los tres recursos están ahora sobre la mesa del fiscal para que informe sobre ellos, aunque el representante del Ministerio Público ya se mostró conforme en su día con la sentencia. Tras este trámite, la causa se remitirá a la Sala de lo Civil y de lo Penal del TSJ.

En el recurso de la acusación particular, se plantea que la sentencia debería haber agravado la condena para ambos porque se aprovecharon de que eligieron un lugar apartado para cometer el crimen y ambos fueron disfrazados con gorras y ropas oscuras para garantizar la impunidad. El magistrado José María Merlos, que presidió el tribunal del jurado, descartó aplicar ambas agravantes al entender que ya quedaban absorbidas por la alevosía, es decir, los medios puestos por los acusados para evitar que la víctima pudiera defenderse. El letrado considera que la alevosía consistió en la confianza que José Luis tenía en sus atacantes y se viera sorprendido por sus puñaladas, por lo que el escenario y el disfraz deberían valorarse como agravantes independientes. Las penas que se pedían rondaban los treinta años de prisión.

Objeto del veredicto

Por su parte, la defensa de Conchi ha pedido la nulidad del juicio. El letrado José Soler asegura que el veredicto del jurado tenía una motivación muy genérica que obligaban al magistrado a habérselo devuelto inmediatamente para fundamentarlo más. También cuestiona la parcialidad del juez cuando dio las instrucciones al jurado antes de entregarles el objeto del veredicto,. Según su versión, cuando les explicó con ejemplos en qué consistían las agravantes de alevosía y ensañamiento, sin poner otros supuestos en sentido negativo, el tribunal popular pudo pensar que el magistrado les estaba sugiriendo que las agravantes existían. Alternativamente plantea que no se aplique ni la alevosía, ni el ensañamiento.

La defensa de Paco también cuestiona la parcialidad del magistrado y considera que se les han condenado con arreglo a un guión preestablecido y sin que la Policía encontrara el arma del crimen ni investigara otras líneas alternativas. Los acusados dicen que fueron unos desconocidos que huyeron los que apuñalaron a la víctima.