Tres presuntos miembros de una banda, uno de ellos considerado "peligroso" y con antecedentes por asesinato y tráfico de drogas internacional, han sido detenidos por el robo de un total de unas tres toneladas de aguacates en explotaciones de la comarca alicantina de la Marina Baixa, cuyo valor en el mercado alcanzaría los 12.000 euros.

Los tres arrestados, a los que se les imputa la autoría de once delitos de hurto, vendían luego la fruta sustraída de forma ambulante en una plaza muy concurrida de Altea, según un comunicado de la Guardia Civil. También llevaban a cabo la comercialización directa a establecimientos de hostelería y a pequeños comercios de Benidorm, localidad donde los agentes han investigado a un responsable de un restaurante por un presunto delito de receptación de la mercancía sustraída, ya que se sospecha que sabía su procedencia ilícita.

 La Unió de Llauradors trasladó a la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana su preocupación por el alarmante incremento de robos de aguacates en varios pueblos de la citada comarca.

 Dos de los supuestos integrantes de la banda, un hombre y una mujer, de 40 y 33 años, respectivamente, mantenían una relación sentimental y residían en Benidorm. El tercero, español de 52 años, es considerado "peligroso" y cuenta con "antecedentes por asesinato y tráfico de drogas internacional, según el Instituto Armado.

Esta persona, "aparentemente, no parecía tener ningún tipo" de vínculo con "la pareja, pero, en realidad, era una pieza más del engranaje del grupo", indica la nota de prensa.

Uno de los hombres, pleno conocedor de las zonas de cultivo de aguacates en las localidades de Altea, Callosa d'en Sarrià y Polop de la Marina, concretaba la ubicación exacta de las plantaciones para la sustracción de la fruta. Mientras tanto, el otro componente proporcionaba el vehículo para el transporte de los productos robados. Por su parte, la mujer, encargaba de captar a los clientes para la posterior venta, conformaría el último eslabón de esta trama.

En Altea, donde ya contaban con algunos compradores habituales, realizaban la venta de los productos traídos directamente del campo, de forma ambulante y sin reparos, en una plaza muy concurrida del pueblo.

En Benidorm, además de ofrecer directamente a los viandantes la fruta, también llevaban a cabo la comercialización directa a establecimientos de hostelería y a pequeños comercios a un bajo precio. Los propietarios de los restaurantes y locales comerciales compraban cantidades de esta fruta a "precios irrisorios", según la Guardia Civil. "Algunos, a pesar de conocer su procedencia ilícita, lejos de rechazar el producto, aprovechaban la ocasión para adquirirlo a un precio mucho menor", afirma el comunicado.

Por este hecho, los agentes investigaron al responsable de un restaurante, un español de 51 años, por un presunto delito de receptación de los productos sustraídos.

Los agentes constataron que, en una zona muy concreta de la localidad de Callosa d'en Sarrià, los miembros del grupo ahora desarticulado cometieron más de cinco hurtos de grandes cantidades de aguacates, cuatro de ellos en la misma explotación agrícola.

En uno de los operativos, los agentes del Equipo ROCA de la Guardia Civil de Calp, en colaboración con la Policía Nacional y la Local de Benidorm, recuperaron 300 kilogramos de aguacates de un vehículo en el que iban los tres detenidos.

Tras pasar a disposición judicial, se ha decretado la libertad con cargos para los tres sospechosos, según la Benemérita.