El peluquero acusado de la muerte a golpes de un octogenario en el barrio de San Blas estaba haciendo frente a préstamos por importe de 130.000 euros, según declaró el inspector responsable de la investigación patrimonial del procesado. La víctima murió el 6 de septiembre de 2014 en su domicilio del barrio alicantino de San Blas al recibir medio centenar de golpes en la cabeza. Ayer en la segunda sesión de este juicio con jurado popular en la Audiencia de Alicante declararon gente tanto del entorno del acusado como del fallecido, así como más policías que participaron en la investigación. Una larga jornada en la que estaban citados 28 testigos.

La Policía apunta que el presunto móvil del crimen fueron 4.000 euros que la víctima prestó al acusado, Antonio C. M., motivo por el que investigó la situación económica del peluquero. El inspector puntualizó que las pesquisas se limitaron a las cargas hipotecarias que pesaban sobre sus bienes inmuebles, sin entrar a valorar cuánto se encontraba ya pagado. Las escuchas telefónicas revelaron que hasta 18 entidades por aquella época le llamaban para reclamarle dinero que les debía.

Tanto la mujer como la hija del acusado declararon ayer como testigos para decir que la situación económica de la familia era «normal». «Íbamos al día y pagando todo como podíamos», aseguró la mujer; mientras que la hija señaló que ya estaba todo saldado. Entre los testigos de ayer, se encontraba un prestamista que dejó al acusado hasta 9.000 euros en dos operaciones diferentes y que dice que recuperó tras llegar a un acuerdo de fraccionamiento de pagos.

Los 4.000 euros que la víctima prestó al peluquero habrían sido para ayudarle a comprar una nueva cámara a su hija, que se dedica profesionalmente a reportajes fotográficos de bodas y comuniones. Esta testigo declaró ayer en el juicio que rechazó el dinero porque prefería pagárselo trabajando y su padre lo devolvió. La esposa del acusado por su parte aseguró que no sabía nada de ese préstamo. El procesado sostiene que le devolvió el dinero a la víctima el 3 de septiembre, tres días antes del crimen.

El fallecido se había afincado en Alicante tres meses antes de su muerte tras haber enviudado, aunque llevaba años viniendo desde Francia a la ciudad en sus vacaciones. La víctima solía frecuentar la peluquería del sospechoso hasta tres veces por semana para afeitarse. Había encargado a la hija del acusado una ampliación de una fotografía de su difunta pareja para enmarcarla. El día del crimen Antonio fue visto salir del piso. Él admite que fue entre las 13.00 y las 13.30 horas a entregarle el presupuesto por este trabajo y se marchó; aunque una vecina dijo que le vio salir sobre las 15.00. Esta testigo no ha podido ser citada por problemas de salud.

Familiares

Los sobrinos del fallecido fueron quienes se encontraron su cadáver al ir a la casa preocupados porque no sabían nada de él. Uno de ellos aseguró que su tío le había expresado su preocupación porque le había dejado dinero al peluquero y no se lo había devuelto. «No era por los 4.000 euros en sí, sino porque le daba la sensación de que había podido engañarle», declaró. La familia señaló que fue el propio asesinado quien se ofreció en primer lugar a dejarle esa cantidad, aunque en un primer momento pensó que se trataba de 400 euros. Cuando llegaron al banco, la cantidad resultó ser de 4.000. «No sabía si no lo había escuchado bien», explicó. Por su parte, los otros dos sobrinos no supieron nada del dinero hasta después del crimen. Otros amigos del fallecido sostuvieron que éste les había expresado su inquietud por ese préstamo. De ellos, uno aseguró que el mismo día 4 habló con él por teléfono y que le dijo que no había cobrado aún nada. La defensa se encargó de recordar que ese mismo testigo en Comisaría declaró que al fallecido no le debía dinero nadie.

Los testigos aseguraron que la víctima era muy celosa de su seguridad y que no abría la puerta a nadie si no lo conocía porque tenía miedo. El portal estaba cerrado con llave y él se asomaba por el balcón para ver si conocía a quien estaba llamando. Los testigos de su entorno precisaron que no les constaba que guardara grandes cantidades de dinero ni joyas en casa. La Policía descartó ese móvil y subrayó que el asesino intentó simular un robo en la vivienda revolviendo algunos cajones.

Informes de peritos en la tercera jornada del juicio

Los informes periciales centrarán la tercera jornada del juicio este miércoles. Está prevista una prueba conjunta sobre la autopsia entre los médicos del Instituto de Medicina Legal y los peritos de la defensa. Los forenses datan la fecha de la muerte sobre las 14.00 y las 15.00 horas del 6 de septiembre; mientras que los peritos de parte insisten en que el hombre murió por la noche, tal como dictaminaron los médicos del Samu que llegaron primero a la casa.