La Guardia Civil ha abierto una investigación tras el hallazgo este domingo de un cadáver en avanzado estado de descomposición en un pozo de agua junto a una vieja nave industrial de O Cerquido, en la localidad pontevedresa de Porriño. Los primeros datos apuntan a que podría tratarse de un varón y que llevaría allí al menos varios meses. Justo tras encontrarse el cuerpo se dio inicio a las pesquisas para resolver los múltiples interrogantes que hay abiertos en torno a este caso. Uno de ellos es el de la identidad de la víctima, ya que allí no había ningún tipo de documentación. El otro, el de las causas de la muerte, para lo que será clave la autopsia que se le practique al cuerpo. Por los indicios recabados, entre ellos que el pozo tenía la tapa puesta, los agentes ya investigan la hipótesis de un crimen, sin descartar todavía otras.

El aviso se recibió en torno a las seis y media de la tarde, cuando se dio la alerta del macabro hallazgo, que se produjo en un pozo situado en la finca de una antigua nave de O Cerquido, muy cerca de la autovía A-55, dentro del término municipal porriñés. Se trata de una zona con más instalaciones similares en la carretera que va a Ribadelouro.

De inmediato se avisó a los servicios de emergencia, que se desplegaron allí y acordonaron la zona: junto a la Guardia Civil, que trasladó a varios equipos, entre ellos el de la Policía Judicial que llevará las riendas de la investigación, hasta el punto acudió la Policía Local de la localidad. También fue la comisión judicial, con el forense, para realizar un primer reconocimiento allí mismo y proceder al levantamiento del cadáver.

Retirado por los bomberos

Para rescatar el cuerpo del pozo, según las fuentes consultadas, se requirió la presencia y ayuda de los bomberos de Porriño, que se metieron en el agua para proceder a la retirada del cadáver al exterior.

Los investigadores seguían en la nave a última hora de la noche del domingo. Al parecer esa instalación llevaba tiempo vacía y sin actividad, pero se habría vendido en fechas recientes. El domingo por la tarde los dueños acudieron con unos albañiles para realizar unas obras y fue cuando, al retirar la tapa del pozo para sacar agua, se produjo el hallazgo del cadáver.

La Guardia Civil se hará cargo de la investigación. Una de las cuestiones determinantes será la de esclarecer quién es la persona que estaba en el interior del pozo. Junto a las pruebas forenses, los agentes revisarán si hay alguna denuncia de desaparición activa en Porriño, en los concellos del entorno e incluso en el país vecino, Portugal, que está muy cerca. Avanzadas las horas, la sospecha de los efectivos policiales era la de que el cadáver pertenece a un varón, pero dado el estado de descomposición habrá que esperar a las pruebas forenses para afianzar este dato.

Otro de los interrogantes a los que habrá que dar respuesta es a las causas de la muerte. Los indicios recabados hacían que, sin descartar aún nada más, ya se barajase que se trate de un crimen.