La Policía Nacional ha identificado a 59 víctimas de una organización criminal establecida en Alcoy a las que se les suplantó la identidad para cometer delitos –o se les cobró por alojamientos ficticios-. Un grupo criminal desarticulado el pasado año contactaba con ellas a través de una web de alquiler vacacional y les convencía de que debían intercambiarse documentación personal. Una vez conseguían los datos, abrían cuentas bancarias a nombre de las víctimas, a través de las que se han llegado a defraudar más de 100.000 euros.

Los hechos se remontan a febrero del pasado año, cuando agentes de la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Local de Alcoy iniciaron una investigación sobre una célula criminal formada por cuatro individuos, tres hombres y una mujer especializados en usurpar identidades de terceras personas, abrir cuentas bancarias a su nombre y utilizarlas para perpetrar toda clase de estafas utilizando medios telemáticos. Tres de ellos fueron detenidos y puestos a disposición judicial.

El modus operandi consistía en contactar con las víctimas mediante portales de alquileres vacacionales de viviendas. Se interesaban en los anuncios que ofertaban sus víctimas, negociaban las cantidades a abonar por su alquiler, y, al término de las negociaciones, solicitaban intercambiar fotografías de sus documentos personales para formalizar la transacción. En la mayoría de los casos, quienes alquilaban accedían a ello y enviaban las imágenes a través de distintas aplicaciones.

Cuando los autores tenían en su poder fotografías de la documentación, abrían cuentas bancarias online en diversas entidades, que activaban con unos números de teléfonos que habían contratado previamente con otras identidades ficticias. Luego remitían las tarjetas SIM telefónicas a su país de origen, Rumanía, mediante una empresa de mensajería. Y desde allí se utilizaban utilizaban para operar con las cuentas.

La estafa no acababa ahí. Una vez que se hacían con el control de las cuentas bancarias, los acusados seguían estafando en los portales de alquiler vacacional. Esta vez lo hacían con la gente que quería alquilar un alojamiento.  Insertaban anuncios con precios muy atractivos en páginas especializadas y así conseguían atraer un mayor número de víctimas.

Los perjudicados, una vez pactadas las cantidades oportunas, abonaban la reserva en un número de cuenta bancaria que le proporcionaba el grupo criminal. Cuentas que se habían abierto de forma fraudulenta.

Las víctimas, una vez se percataban del engaño, interponían  la pertinente denuncia. Y lo que pasaba entonces es que, las primeras víctimas, a las que se les había suplantado la identidad para abrir cuentas bancarias, pasaban a ser las principales sospechosas de la estafa al aparecer sus nombres como titulares.

Una vez realizada la oportuna investigación, contando con muchos casos en los que se ha incluso judicializado la causa, el titular de la cuenta bancaria aparecía como el principal sospechoso, recibiendo citaciones judiciales para prestar declaración en sede judicial en calidad de investigado por unos hechos sobre los que no tenía conocimiento alguno.

Finalmente, los investigadores lograron vincular los hechos a la actividad del grupo criminal. Y en el registro domiciliario realizado por los agentes, se hallaron aproximadamente, entre otros indicios, cien tarjetas SIM utilizadas todas ellas para los fines delictivos, así como documentos de identidad españoles falsificados con los datos de dos de los detenidos.

Tres de los detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción Número 1 de los de Alcoy, decretando la Jueza titular del mismo el ingreso en prisión preventiva para todos los implicados, donde permanecen actualmente dos de ellos a la espera del Juicio oral.