La Policía Nacional ha desarticulado en Almoradí una organización criminal dedicada, presuntamente, a la producción y distribución de grandes cantidades de sustancias estupefacientes. El Grupo Especial de Operaciones (GEO) intervino en la vivienda de la localidad alicantina, donde la trama, que suma 30 detenidos, contaba con una nave con falsa apariencia de taller en la que se llevaba una rigurosa vigilancia y se pasaba un control de seguridad antes de acceder a un laboratorio clandestino de cocaína, con capacidad para producir 600 kilogramos al mes. En el total de la investigación, se ha incautado cinco armas de fuego, 650.000 euros en metálico, 52 kilos de cocaína y 20 coches de alta gama, según la Dirección General de la Policía.

Las investigaciones comenzaron en el mes de enero de 2020. Los agentes tuvieron conocimiento de un importante desvío de sustancias químicas a la zona del Levante, cuyo destino final sería el laboratorio clandestino. Las gestiones iniciadas les permitieron ubicar e identificar la organización, y lograron saber que el líder era un individuo residente en Alicante que contaba con antecedentes por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.

La organización se encontraba perfectamente estructurada y compartimentada, según la misma fuente. Tras conseguir la creación de la sustancia estupefaciente en los laboratorios, otra parte se encargaba de distribuirla a los miembros encargados de realizar la venta a media y pequeña escala.

En en una primera fase, la Policía Nacional atacó la cadena de distribución mediante un dispositivo de vigilancia y seguimiento sobre uno de los vehículos de uno de los miembros principales de la organización, conducido por dos individuos encargados de la parte de la distribución.

Durante el transcurso de este dispositivo, lograron detectar varias paradas de interés, así como una cita con una tercera persona desconocido. Las numerosas medidas de seguridad que tomaban hicieron sospechar a los agentes de que pudieran estar realizando “pases” de sustancias estupefacientes, por lo que procedieron a identificarles y a hacerles un control. En el interior del vehículo encontraron 18.120 euros y 4,2 gramos de cocaína, así como un compartimento secreto donde guardaban la sustancia estupefaciente para realizar los “pases”.

 

Primeras detenciones

Por estos hechos, procedieron a la detención de los dos individuos y solicitaron los permisos para proceder a la entrada y registro de dos domicilios, donde intervinieron un total de 400 gramos de cocaína aproximadamente, 486.620 euros en metálico y dos vehículos de alta gama. Llegados a este punto, los agentes detuvieron a tres personas más. Ya eran cinco los detenidos.

Paralelamente, la Policía comprobó que la organización se estaba abasteciendo de una gran cantidad de productos químicos (precursores), así como de los materiales necesarios para poder establecer el laboratorio clandestino, ubicado en una nave de Almoradí.

Según la Dirección General, la envergadura de la nave permitía ubicar diferentes construcciones, todas ellas habilitadas de forma ilegal y dando falsa apariencia de taller mecánico, picadero de caballos y criadero de perros y pájaros. En el centro de la nave aparecía construida estratégicamente una vivienda ilegal habilitada como laboratorio clandestino, que estaba en todo momento custodiada por varias personas de la organización, quienes realizaban rondas constantes de vigilancia, así como un control de los vehículos y personas que transitaban por las inmediaciones.

En una de las paredes de la finca, utilizada para colgar monturas y demás utensilios de equitación, se ocultaba una puerta secreta que se accionaba mediante un mando de control remoto. Esta puerta daba acceso a un habitáculo que daba falsa apariencia de vestuario, donde los “químicos” se colocaban el material de protección necesario para acceder al laboratorio.

Posteriormente, en uno de los paneles del vestuario, y a través de otro mecanismo de seguridad, se libraba un pestillo que permitía abrir una puerta y acceder al laboratorio clandestino, el cual estaba en pleno proceso de producción en el momento de la entrada de los agentes, que intervinieron 17 kilogramos de cocaína en diferentes estados de procesamiento. También hallaron más de 3.000 litros de precursores químicos y sustancias sólidas destinadas a la extracción, adulteración de la pasta base de cocaína y posterior trasformación en clorhidrato de cocaína.

 

Participación de los GEO

En el momento del asalto, llevado a cabo por el Grupo Especial de Operaciones, fueron detenidos cuatro individuos, entre ellos dos “cocineros” que llevaban a cabo el proceso de trasformación y adulteración en clorhidrato de cocaína. Disponían también de un taller situado en una nave anexa, la cual le servía a la organización para preparar dobles fondos en vehículos o “caletas” y, así, ocultar la sustancia estupefaciente y los beneficios obtenidos de su venta.

En el marco de esta operación se llevaron a cabo un total de 15 registros domiciliarios en diferentes localidades de la Comunidad Valenciana y Murcia, que han tenido como resultado el desmantelamiento del laboratorio, la incautación de 52 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 20 vehículos de alta gama, tres motos de agua, un camión frigorífico, dos armas de fuego cortas y tres armas de fuego largas, así como otros efectos relacionados con estos hechos delictivos. La Policía también intervino cerca de 650.000 euros en efectivo. Por todo esto, practicaron 25 nuevas detenciones y 13 registros, logrando desarticular plenamente la organización.

Según la Policía, la desarticulación del laboratorio clandestino sorprendió tanto por su sofisticación como por su capacidad de producción. Se encontraba a pleno rendimiento y con capacidad para una elaboración mensual de 600 kilogramos. En uno de los registros domiciliarios se localizó enterrada en el suelo de un ring de gallos una bolsa que contenía pastillas de cocaína de 400 gramos de peso.

La investigación permitió conocer que esta organización distribuía grandes cantidades de cocaína, hachís y marihuana, entre otras drogas, disponiendo de un entramado empresarial para blanquear las ingentes cantidades de dinero que obtenían de esta venta.