Un guardia civil destinado en el cuartel de Santa Pola fue detenido hace dos semanas por sus compañeros en Alicante como presunto autor de delitos de cohecho, infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos. Su arresto se produjo en el marco de la operación conjunta de la Guardia Civil, Policía Nacional y Europol para desmantelar en seis provincias una organización criminal dedicada a la falsificación y distribución de billetes falsos de 500 euros, estafas con alquileres vacacionales y tráfico de drogas, entre otros delitos.
Las escuchas telefónicas autorizadas por un juzgado de Elche en una investigación del Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil por tráfico de drogas y blanqueo, relacionada con varios implicados en la trama de estafas y distribución de billetes falsos, desvelaron las presuntas actividades ilícitas de un agente de Santa Pola que ya tenía antecedentes por otros hechos supuestamente irregulares.
El agente fue citado por el ECO en Alicante y tras ser detenido y negarse a declarar fue puesto en libertad. Los investigadores barajan que, de acuerdo a las conversaciones telefónicas con una de las 37 personas detenidas por la trama de billetes falsos, tráfico de drogas y otros delitos, facilitaba información a un presunto traficante con el fin de obtener sustancias estupefacientes, de forma gratuita o a un precio ventajoso. Dicha información era obtenida gracias a su trabajo en el cuartel de Santa Pola o mediante el acceso a bases de datos policiales.
En una de las llamadas intervenidas, el agente informa al presunto traficante de la detención de un conocido. En otra se citan para verse en persona tras advertirle el guardia civil de que había detectado en el ordenador que le «salía algo raro».
