Un hombre de 48 años de Calp ha sido condenado a nueve años y un día de prisión por abusar sexualmente de sus dos hijas durante una década, en ambos casos desde cuando las víctimas tenían 5 años.

La sentencia dictada por la Sección Décima de la Audiencia considera probado que los abusos se produjeron de manera continuada desde que la primera de las dos menores tenía 5 años hasta que cumplió 15. En el caso de su segunda hija, los abusos se cometieron cuando también contaba con 5 años.

En concreto, el tribunal detalla que, a partir de 2006, el procesado aprovechó los momentos en los que su esposa y madre se ausentaba para ir a trabajar para acercarse a su hija mayor y masturbarse en su presencia, mientras ambos estaban sentados en el sofá del domicilio familiar.

Ese y otros comportamientos se repitieron a lo largo de los años y se sustanció en otros episodios de carácter sexual, mientras que respecto a su hija menor, el acusado también hizo que le tocase el pene en, al menos, una ocasión tras tomarle la mano por la muñeca mientras estaban tumbados en la cama.

El tribunal concluye que los abusos han quedado "suficientemente probados" por la declaración de las víctimas, tras considerar que fue "muy ponderada, sin intentar exacerbar lo sucedido y admitiendo su confusión sobre cómo interpretar el comportamiento del acusado".

La defensa negó los hechos y solicitó la libre absolución del acusado tras alegar que el relato de las dos víctimas era excesivamente vago y que incurría en contradicciones, pero el tribunal rechaza todas esas consideraciones y resuelve que las víctimas contaron los hechos "tal como han sucedido".

Además de cinco años por los abusos sobre la hija mayor y de cuatro más por los cometidos sobre la menor, el fallo establece que el acusado deberá indemnizarlas con 6.000 y 3.000 euros respectivamente.