La Guardia Civil ha detenido en La Vila Joiosa a diez personas acusadas de robar aceite usado en contenedores municipales de las provincias de Alicante y Valencia para venderlo luego a empresas dedicadas a su transformación en biodiésel. Dos de los arrestados son un padre y su hijo, los cuales compraban el aceite robado a las otras ocho personas detenidas y tras almacenarlo en La Vila lo vendían. Con dicha actividad podían ganar más de 4.000 euros semanales, según los investigadores.
El Equipo ROCA (Robos en el campo) de la Guardia Civil con sede en Ibi ha realizado la investigación con el apoyo de la Policía Local de Elche y de La Vila Joiosa. Las pesquisas se iniciaron tras detectarse el pasado febrero un aumento de los robos de aceite de uso doméstico usado que depositan los ciudadanos en contenedores para su posterior transformación en biocombustibles. Estos contenedores suelen estar la vía pública o en ecoparques y puntos limpios y el aceite es gestionado por empresas autorizadas por la Conselleria de Medio Ambiente o contratadas por los ayuntamientos.
La investigación reveló que los ladrones recorrían las provincias de Alicante y Valencia vestidos con ropa de trabajo y chalecos reflectantes para simular que pertenecían a una empresa dedicada al reciclaje de aceite usado. Además tenía documentación falsificada para justificar el transporte de estos residuos, que eran vendidos en un almacén de La Vila Joiosa que se hacía pasar por una empresa de reciclaje de aceite usado.
Por cada furgoneta llena de bidones de aceite usado los ladrones cobraban 50 euros y los responsables del almacén lo trataban para venderlo luego a empresas que lo transforman en biodiésel.
Una vez identificó a los sospechosos la Guardia Civil procedió recientemente a la detención de un padre y su hijo como responsables de delitos de receptación por comprar el aceite robado, pertenencia a grupo criminal y falsedad documental. La inspección del almacén, en la que colaboraron la Policía Local de Elche y la de La Vila, destapó varias infracciones cuyas sanciones pueden llegar hasta los 100.000 euros.
Las otras ocho personas detenidas, de entre 20 y 52 años, están acusadas de ocho delitos de robo con fuerza, ocho de hurto, falsedad documental y pertenencia a grupo criminal. La Guardia Civil les intervino las dos furgonetas usadas para transportar el aceite sustraído.
