Stop a los insultos racistas y xenófobos en el deporte. Este es el mensaje que lanza la condena por conformidad a dos aficionados que durante un partido de fútbol de categoría juvenil, celebrado en el polideportivo municipal de Museros el 10 de diciembre de 2017, profirieron mensajes ofensivos y que incitan al odio contra jugadores de distintas razas y nacionalidad del equipo rival tras la ejecución de un gol, con expresiones tales como “negro de mierda”, “moro de mierda” o “vete a tu país”, a la vez que hacían los gestos y el sonido de un simio.

El Ministerio Fiscal solicitaba para cada uno de los cinco acusados una pena de tres años y nueve meses de prisión y una multa de 3.300 euros por un delito contra las libertades fundamentales. No obstante, tras el acuerdo de conformidad alcanzado en la vista oral celebrada en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia, dos de los procesados, hermanos, han reconocido los hechos y han aceptado sendas penas de seis meses de cárcel, mientras que la fiscal ha retirado la acusación a los otros tres procesados, entre los que se encontraba uno de los futbolistas que disputó dicho partido de juvenil entre el Museros y el equipo de la Pobla de Farnals, que tuvo que ser suspendido por el árbitro a raíz de estos incidentes.

Los hechos ocurrieron el 10 de diciembre de 2017 durante un encuentro de fútbol entre juveniles en el polideportivo municipal de Museros, entre el equipo de dicha localidad y otro de la Pobla de Farnals. Según ha quedado acreditado, después de que el equipo local metiera un gol estos dos aficionados “comenzaron a proferir de forma constante, encolerizada y agresiva insultos y amenazas racistas y xenófobas”, además de imitar de forma onomatopéyica el sonido de un simio.

Los ahora condenados por conformidad “actuaron amparados en el anonimato y la impunidad que da la muchedumbre y con una intención de absoluto desprecio hacia la raza, la nacionalidad y la dignidad del ser humano”, según sostenía la fiscal especializada en delitos de odio, Susana Chisbert.

Cuando el autor del gol, que estaba asustado ante el ambiente de violencia y odio creado, se puso a rezar en medio del campo, los acusados se burlaron de él y le imitaron con la intención de ridiculizar la religión de la víctima. El árbitro se vio obligado a suspender el encuentro para garantizar la seguridad de los jugadores.

Los dos jóvenes condenados a seis meses de prisión deberán pagar una multa de 540 euros. Asimismo, al tratarse de una condena inferior a los dos años de cárcel y carecer de antecedentes se les suspende la ejecución de la pena por un plazo de dos años con la condición de que no delincan en ese tiempo y que realicen un curso de reeducación en materia de igualdad en el trato y en la no discriminación a las personas.