Admitió los hechos por los que se sentaba en el banquillo y fue condenado por un delito de agresión sexual a dos años de cárcel, así como a indemnizar a su víctima con 200 euros. Se acordó que, tras cumplir en un penal español dos terceras partes de la condena, podría salir de prisión, con la condición de ser expulsado del país, en el que se encuentra en situación irregular. El hombre, pese a reconocer el delito y declararse firme el fallo, puso un recurso ante la Audiencia Provincial: no estaba conforme con lo de tener que cumplir pena de cárcel y tampoco con tener que salir de España.

Los hechos que este individuo admitió haber perpetrado tuvieron lugar en febrero de 2020 en un piso de la población de El Algar, en Cartagena, que él compartía por aquel entonces con la víctima. El sujeto accedió al cuarto de la mujer de madrugada, cuando ella estaba durmiendo, "procediendo a cogerla fuertemente del pelo y del cuello y poniéndola boca abajo en el colchón al tiempo que le introducía prendas de ropa en la boca para que no gritase, intentando quitarle la ropa y con ánimo libidinoso tocándole los pechos", tal y como se lee en el relato de hechos probados de la sentencia dictada por el Juzgado de Lo Penal Nº 2 de Cartagena.

La mujer se resistió, "llegando a propinarle al agresor arañazos en la cara, momento en que él la amenazó con un cuchillo con que la mataría y que conseguiría que la echasen de la casa si contaba algo", prosigue el relato.

La víctima logró escapar y pedir ayuda. Recibió asistencia sanitaria por las heridas que le había hecho su atacante, denunció los hechos y el individuo fue detenido. El Juzgado de Guardia lo mandó a prisión preventiva.

Aunque en la vista se dictó sentencia de conformidad, el sujeto recurrió a la Audiencia, que desestimó su recurso. Además de cumplir la pena de cárcel y ser expulsado luego de España, ha de indemnizar a su víctima con 200 euros y no podrá acercarse a ella durante tres años.