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El director de la cárcel de Villena acusa a TAMPM de exagerar los incidentes en el centro

Feliciano Crelgo afirma que son falsas las últimas acusaciones y la asociación de trabajadores reitera que son ciertas sus denuncias

La cárcel de Villena en una imagen de archivo.

El director de la prisión de Villena, Feliciano Crelgo, ha acusado a la asociación de trabajadores penitenciarios "Tu abandono me puede matar" (TAMPM) de exagerar sus denuncias sobre los incidentes en el centro y asegura que son "rotundamente falsos" los hechos denunciados en los dos últimos comunicados. Desde la asociación reiteran la veracidad de sus denuncias y el coordinador nacional de TAMPM afirma que en sus denuncias "se remiten a hechos amparados en los informes oficiales que emiten los funcionarios y en partes médicos de los trabajadores y pueden ser demostrados en cualquier momento ".

En una de las últimas denuncias, TAMPM afirmó que tres funcionarios acabaron en el hospital tras ser agredidos por un preso peligroso y la versión que da el director en un comunicado es diferente. El incidente ocurrió el pasado 29 de abril cuando un interno de primer grado se negó a salir de su celda para un traslado. Según Crelgo, cambió de actitud tras la intervención del jefe de Servicios y cuando iba de camino a la salida "vuelve a alterarse, lo que obliga a los funcionarios a inmovilizarle con la fuerza mínima imprescindible. De nuevo en calma, el interno es conducido sin resistencia alguna". 

Al finalizar el incidente, añade el director de la cárcel, "el jefe de Servicios me informa de que el interno no ha agredido a ninguno de los trabajadores presentes y que, con motivo de la reducción, y no por agresión, algunos presentan contusiones y erosiones en brazos y codos".

Los funcionarios implicados en los hechos fueron examinados por el médico del centro y siguieron prestando servicio sin novedad, afirma Feliciano Crelgo, quien añade que "al día siguiente, se me informa que tres de esos funcionarios se ausentaron por la tarde para asistir a urgencias hospitalarias, presentando en días posteriores, partes de incapacidad temporal, situación en la que continúan a día de hoy".

El otro comunicado de TAMPM cuestionado por Feliciano Crelgo se refiere a que acabó "por los suelos" y que vivió "en su persona algunas de las agresiones que oculta y niega que ocurran”. Ocurrió el pasado 24 de mayo con dos internos de primer grado que iban a cambiarlos de galería porque estaban generando cierto revuelo en el módulo y ante su reiterada negativa al cambio se desplazó al módulo. 

"Tras conversar con ambos, los internos salen de sus celdas. En el camino hacia el nuevo departamento, también por separado, los dos se frenan en seco y se resisten pasivamente (sin agredir a nadie) a ser trasladados. Por esa razón se decide esposarles ante la posibilidad de un agravamiento de la situación. La inmovilización se produce en el suelo. A continuación ambos caminan por su propio pie hasta su nuevo destino", afirma el director. 

"Ni internos, ni funcionarios, ni el jefe de Servicios, ni el que suscribe, sufrimos la más mínima lesión", señala el responsable penitenciario. El director de la cárcel afirma que "siendo legítima cualquier demanda de mejora laboral –muchas de ellas apoyadas por este director; entre otras, que los funcionarios de prisiones sean considerados agentes de la autoridad- producen vergüenza y sonrojo las artimañas de algunos con tal de obtener la atención de los medios de comunicación". 

Crelgo añade en el comunicado que "si preocupan los bulos, aquellos que proceden de quienes deberían sentir orgullo de su trabajo duelen. Son tantos los momentos de satisfacción que vivimos en el interior de los centros penitenciarios (un interno que aprende un oficio o el que aprende a leer en prisión, el que abandona el consumo de tóxicos, o aquel que, gracias a los programas de intervención, no vuelve a entrar) y tan excepcionales situaciones como las narradas aquí, que no se entiende esta obsesión por exagerar hasta la saciedad los momentos difíciles, que son lo menos". 

Asimismo, critica que "no muestren ningún reparo en utilizar a las personas privadas de libertad, con las que han adquirido el compromiso constitucional de velar por su integridad y sus derechos, como elemento de presión a la Administración". Crelgo señala finalmente que es "intolerable por el daño irreparable que esas falsedades causan, no solo a la institución penitenciaria, sino a la sociedad en general". 

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