La titular del juzgado de Instrucción número 1 de Totana ha decretado el ingreso en prisión provisional y sin fianza para el individuo, de 52 años y vecino de la localidad murciana de Mazarrón, acusado de matar de varios disparos a Younes, un joven de 35 años, el domingo pasado en la terraza de la Cafetería El Muelle en el Puerto de Mazarrón. Se le investiga por la comisión de un delito de asesinato y de un delito de tenencia ilícita de armas. En el auto, la juez precisa que "el ingreso en prisión se deberá realizar en un módulo que presente las garantías suficientes para preservar la integridad física y la propia vida del investigado".

Fuentes cercanas al caso, aseguran que el presunto asesino ha declarado que disparó "porque se sintió amenazado". Otras fuentes detallan que ha reclamado que se tomen medidas de seguridad para asegurar su integridad física ante posibles represalias.

A la salida de los juzgados, el abogado de la familia de la víctima, Melecio Castaño, ha defendido que “se trata de un asesinato claramente racista, un delito de odio” y ha explicado que la actitud del acusado, desde el primer momento, fue increpar al fallecido y al grupo de amigos con los que se encontraba por su origen. “Trataré de que este hombre pague por lo que ha hecho y no escatimaré esfuerzos en que así sea” , asegura Castaño que sobre el presunto estado de embriaguez del presunto asesino sostiene que en las primeras declaraciones de las trabajadoras de la cafetería, “ninguna ha dicho eso, sino todo lo contrario: lo vieron violento, como ido, pero sólo en cuanto a violencia no por estar borracho”.

Sobre la posibilidad de que el acusado sufra algún tipo de trastorno psicológico, el abogado ha revelado que según un informe de los servicios de urgencia que le atendieron tras ser detenido, “no consta que tenga que antecedentes psiquiátricos; lo único que toma es un medicamento para la ansiedad y Orfidal, pero ningún padecimiento o tratamiento de consideración”.

En cuanto a la declaración del acusado, Melecio Castaño, ha afirmado que “en todo momento, parecía una persona completamente consciente de lo que piensa y de sus acciones; así que descarto esas dos posibles líneas de defensa en cuanto a la embriaguez o la enajenación transitoria o patológica”.

Por otra parte, Castaño ha informado que la familia de la víctima está “destrozada, porque ha sido un asesinato sorpresivo, que nadie espera, en una situación realmente absurda, porque no hubo provocación por parte de nadie”, explica el letrado.

Tres tiros en el pecho

Los hechos ocurrieron el pasado domingo, sobre las 22.08 horas, en una cafetería del Paseo Marítimo. El Centro de Coordinación de Emergencias recibió varias llamadas informando de una persona herida por disparos. Según el Instituto Armado, el presunto autor de los hechos, Carlos Patricio B.M., se dio a la fuga, por lo que se inició una persecución por el paseo marítimo y la playa aledaña, que se encontraban con gran afluencia de público a la hora de los hechos, según informaron fuentes policiales. Posteriormente, fue alcanzado y detenido por la Policía Local.

Al lugar se desplazaron efectivos de Policía Local de Mazarrón, Guardia Civil y una ambulancia de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061 (una Unidad Móvil de Emergencias).

La víctima, que se encontraba en estado muy grave al recibir hasta tres impactos de bala, fue trasladada a la Unidad de Cuidados Intensivos (Servicio de Hemodinámica) del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, pero finalmente falleció.

A tenor de los hechos, los agentes procedieron al arresto de este individuo por un presunto delito de asesinato y se recuperó el arma. Además, la Guardia Civil encontró varias escopetas de caza y tres armas cortas en el domicilio del hombre detenido.

Posible crimen racista

Cientos de personas participaron ayer en una concentración-protesta por la muerte a tiros del joven. Testigos del suceso no dudaron en describirlo como un delito de odio y un crimen racista, tal y como defiende el abogado de la familia.

Según aseguraron allegados de la víctima, Younes y Carlos Patricio no se conocían de nada. Tal y como informó ya LA OPINIÓN, un amigo de la víctima relató que el presunto asesino increpó a una de las camareras del local, a la que reprendió, de forma despectiva, por estar con "moros". Ahí comenzó una pelea en la que volaron botellas y mesas. El presunto asesino (que, según testigo, podría ir bajo los efectos de bebidas alcohólicas) se retiró, fue a por una pistola, regresó y realizó varios disparos, dos de los cuales alcanzaron a Younes.

El sospechoso, de nacionalidad española, perteneció al Ejército del Aire y estuvo en la base de Alcantarilla, aunque llevaba años desvinculado del mundo militar.

La Benemérita investiga la procedencia de las armas cortas que fueron descubiertas en su domicilio, por si hubiesen sido adquiridas en el mercado negro, detallaron fuentes próximas al caso. Las mismas fuentes confirmaron que el sospechoso presenta una "inestabilidad mental", al parecer algo que arrastraba desde hace tiempo.