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El expresidente de los Graduados se enfrenta a un año de cárcel por quedarse dinero de un cliente

La Fiscalía mantiene la acusación por apropiación indebida de casi 12.000 euros que el Fogasa ingresó en 2016 en una cuenta del procesado - El denunciante se retira del juicio después de que el acusado le reembolsara el dinero hace una semana

El expresidente del Colegio de Graduados Sociales, primero por la izquierda, durante el juicio celebrado ayer en la Audiencia de Alicante. | DELGADO

A la quinta fue la vencida. La Sección Tercera de la Audiencia de Alicante pudo celebrar el viernes, tras cuatro suspensiones, un juicio al expresidente del Colegio de Graduados Sociales de Alicante, Francisco Javier Méndez Jara, acusado de apropiarse en 2016 de casi 12.000 euros correspondientes a una indemnización del Fogasa a un cliente. La Fiscalía mantuvo su petición de un año de cárcel por un delito de apropiación indebida a pesar de que el abogado del denunciante retiró la acusación porque aseguró haber cobrado hace una semana el dinero adeudado.

La defensa de Francisco Javier Méndez, que en su condición de abogado se sentó en el estrado junto a su letrado, pidió la libre absolución al alegar que el acusado tenía un compromiso con el denunciante para devolverle la indemnización cuando tuviera capacidad para ello y no existía un plazo. Por ello, consideran que no concurre la apropiación indebida porque la semana pasada devolvió el dinero.

Sin embargo, para la Fiscalía no hay duda alguna de que el delito de apropiación indebida existió pese a que hayan devuelto el dinero cinco años después. Según la acusación del Ministerio Público, el acusado, en su condición de abogado y graduado social, intervino en representación de un trabajador en un procedimiento de despido en el juzgado de lo Social número 3 de Elche y en diciembre de 2015 se declaró la insolvencia de la empresa que le despidió.

Fue entonces cuando Méndez Jara presentó una reclamación en nombre del trabajador ante el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y el 1 de marzo se le reconoció el derecho a percibir 11.958,13 euros. La indemnización fue ingresada por el Fogasa en una cuenta del procesado y «con ánimo de lucro se apoderó del dinero, que incorporó a su patrimonio».

El acusado, que solo contestó a las preguntas de su abogado, declaró que acordó con el cliente que le devolvería el dinero cuando tuviera capacidad económica, sin estipular un plazo determinado.

El cliente declaró por videoconferencia y explicó que el acusado le pagó el dinero hace una semana. Relató que decidió denunciarlo después de conocer que había conseguido la indemnización y le daba largas y no le cogía el teléfono. Méndez Jara, que tiene pendiente un juicio por un caso similar y otro por un «agujero» contable de medio millón en el Colegio de Graduados, aprovechó el turno de última palabra para manifestar que no hubo intencionalidad alguna de apropiarse de dinero y que ni siquiera le cobró honorarios al cliente, a quien ha pagado cuando ha podido.

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