La jueza de guardia de Lorca ha decretado el ingreso en prisión provisional de dos de los sujetos que este martes eran puestos a disposición judicial por violar a una menor en Águilas el pasado fin de semana, informa el TSJ de Murcia. Se les investiga por un delito continuado de agresión sexual a menor de edad. 

Un tercer detenido ha quedado en libertad después de que la víctima, de 17 años, y una amiga de esta de esta descartaran su participación en los hechos, detallan las mismas fuentes. 

En este procedimiento hay otro investigado aún no identificado por omisión del deber de evitar el delito o promover su persecución, añaden desde el juzgado. Dos sujetos la violaron brutalmente y un tercero se quedó mirando sin hacer nada. Este tercero es al que está buscando ahora la Guardia Civil.

En la puerta de los juzgados de la Ciudad del Sol se dieron cita familiares y allegados de los arrestados y se vivía una calma tensa. 

El relato de los hechos

La Guardia Civil capturaba a estos hombres por la violación grupal de una mujer en una playa de Águilas, confirman fuentes del Cuerpo. El ataque tuvo lugar este fin de semana en una playa de la localidad.

En cuanto a la víctima, que también declaró en sede judicial, precisó de asistencia médica tanto en el centro de salud de Águilas como posteriormente en el Rafael Méndez de Lorca, el hospital más cercana. También fue sometida a un examen por parte de un profesional forense del Instituto de Medicina Legal de Murcia. Examen que corroboró que había indicios de que la joven había sufrido una agresión sexual. Tras ser atendida por los facultativos, la joven, en compañía de su madre, puso la denuncia que dio inició a esta investigación. Detalló que conocía a alguno de sus agresores y que los otros sujetos eran amigos de este. Dos la violaron brutalmente mientras un tercero miraba sin mover un dedo para ayudarla, explicó. Falta detener a este tercero.

Calma tensa en la puerta

En la puerta de los juzgados de la Ciudad del Sol se vivía una calma tensa mientras declaraban los sospechosos, a los que la Benemérita llevó en coche desde los calabozos. Una decena de personas, allegadas de los tres hombres capturados, aguardaban en la calle. Silencio sepulcral y miradas a todo el que entraba y salía del edificio, relatan testigos.

La víctima, que también prestó declaración, entró, acompañada de su madre, y fue trasladada a la primera planta del inmueble, para que no se cruzase en ningún momento con los sospechosos.