La Guardia Civil de Alicante ha puesto en marcha una campaña de control de motos de agua con motivo de la época estival y se prolongará hasta el final del verano con el fin de mejorar la seguridad de los usuarios de estas embarcaciones y de los bañistas y resto de personas que visitan la Costa Blanca.
El control de las motos está siendo realizado desde mediados de junio por efectivos del Servicio Marítimo de la Guardia Civil y de las unidades territoriales en los municipios costeros y otras zonas de recreo. De hecho, hasta ahora estos controles se limitaban a las zonas costeras, pero este año se extiende a municipios que cuenten con pantanos o embalses susceptibles de acoger actividades recreativas con motos de agua.
Los agentes que identifican a los usuarios de las motos de agua compruebas los certificados de navegabilidad, el justificante de pago del seguro y que cumplan los requisitos legales para conducirlas.
La Guardia Civil también inspecciona durante la campaña los establecimientos y negocios relacionados con las motos acuáticas y el objetivo es concienciar a los profesionales y usuarios de las motos de agua sobre la necesidad de navegar de forma segura y aumentar el cumplimiento de la normativa en vigor.
La obligatoriedad de respetar los límites de las zonas de baño es una de las advertencias que lanza la Guardia Civil a los usuarios de las motos de agua para prevenir accidentes.