La Guardia Civil ha detenido en La Vila Joiosa a una mujer como presunta autora de un delito continuado de hurto de joyas y dinero, en una residencia de ancianos. Además se procedió a la detención de otra, relacionada con la anterior, como presunta autora de un delito de receptación, tras vender esas joyas en un establecimiento. 

El pasado 23 de junio, los responsables de una residencia de ancianos de la zona, interpusieron denuncia ante la Guardia Civil de La Vila, cuando sospecharon que una de sus trabajadoras pudiera estar dedicándose al hurto de las joyas de las internas. Una de ellas en concreto, una mujer de 94 años, les manifestó que desde hacía un tiempo había notado que le iban desapareciendo piezas de oro y dinero en efectivo. De estos sucesos informó tanto a sus familiares como a los responsables del centro, que procedieron de inmediato a abrir una investigación y a presentar la denuncia. 

Por parte de la Guardia Civil, se interrogó al personal y se examinaron los partes emitidos por cada superior en los turnos de trabajo correspondientes. De entre los informes, destacó una cuidadora que había mantenido contacto habitual con la víctima. Las investigaciones confirmaron las sospechas sobre la trabajadora, a la que finalmente se ha detenido como presunta autora de un delito continuado de hurto, de tipo agravado, al tener la víctima una especial vulnerabillidad, por razón de edad y estado de salud., La Guardia Civil considera que la profesional sanitaria aprovechó su posición de superioridad para consumar el robo.

También se ha procedido al arresto de otra mujer, relacionada con el entorno de la detenida, por un presunto delito de receptación, por haber sido ella quien vendió las joyas robadas en una joyería situada en otra localidad por las que obtuvo un gran beneficio. Aunque se pudo acreditar que las joyas objeto de venta fueron las sustraídas, no todas pudieron ser recuperadas, ya que el establecimiento al adquirirlas de buena fe, procedió a su fundición con arreglo a la normativa legal, hecho que ha supuesto a la víctima un daño moral irrecuperable, por el alto valor sentimental que las joyas tenían para ella.