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Capturados los dos pederastas más buscados por los Mossos

Jean-Luc Aschbacher y Christian Arson huyeron durante el juicio en Tarragona a la mayor red de porno infantil de España

Los tres líderes de la red junto a una víctima en una imagen recuperada por los Mossos.

Los responsables de la productora Aschom SL abusaron sexualmente de 103 niños en situación de desamparo para llevar a cabo más de 300 rodajes de pornografía infantil. La dirigían dos antiguos productores franceses de porno gay, Jean-Luc Aschbacher y Christian Arson, que arrancaron el negocio de material pedófilo en 2001 en la calle de Tapioles del barrio de Barcelona y que en 2011 se trasladaron a una casa de Tortosa, donde fueron finalmente sorprendidos en 2015 gracias al aviso que una educadora social, Ester Cabanes –actual directora de la DGAIA–, dio a los Mossos d'Esquadra. Afloró así una red integrada por siete pederastas, la mayor que se ha investigado en España, que obligó a la fiscal Ana Farrero y al Grupo 3 de la Unitat Central de Delictes Informàtics a visionar más de un millón de imágenes para tratar de identificar a los menores. Un descenso al infierno que tuvo una recompensa solo parcial: La Audiencia de Tarragona no dictó la condena que había argumentado Farrero y, para colmo, Aschbacher y Arson, los dos principales acusados, y también Youness en Naciri –un joven que comenzó siendo su víctima y acabó trabajando para ellos–, se dieron a la fuga.

El juicio del caso Trinity se celebró a finales de 2019 contra los cuatro miembros de la red que no se fugaron. Los dos productores y Youness asistieron a las primeras sesiones y cuando vieron que no se aceptaban las alegaciones que presentaban sus defensas, y que la fiscal Farrero solicitaba para cada uno de ellos más de 100 años de cárcel, huyeron. "Claro que nos dio mucha rabia que se escaparan", explica Cabanes, que había participado de la investigación porque algunas de las víctimas eran niños tutelados por la Generalitat.

Operación Némesis

La huida no sentó mejor a los Mossos ni a la fiscal Farrero, que se conjuraron para encontrarlos. El cabo David, el mismo que había llevado la instrucción del caso Trinity, bautizó esta segunda operación para dar con ellos como 'Némesis', la diosa de la venganza. O de la justicia divina. "Lo que vimos fue que los teléfonos de Aschbacher y Arson entraron en ebullición durante las primeras sesiones del juicio y, justo antes de que se evaporaran, la actividad se detuvo", explica el policía. Algunas de las llamadas se habían realizado a Colombia y se trató de averiguar, sin suerte, si se habían escondido en ese país suramericano. La mejor pista, sin embargo, la entregó una de las cuentas de correo de Aschbacher, que se conectó desde una IP ubicada en la zona de Toulon, al sur de Francia, cerca de Marsella. Esa información el cabo David la entregó a la Gendarmerie Nationale a través de la Interpol. "No pudimos llegar más lejos y nos temimos que ya no los encontraríamos".

En mayo de 2021, casi un año después, supieron que era un temor equivocado. Francia comunicó que los habían localizado y detenido a ambos en la población de Sieis Forns lei Plaias, justo donde había apuntado la operación 'Némesis'. Aschbacher y Arson han sido extraditados y ya están encerrados en una prisión catalana.

Nueva sentencia y nuevo juicio

También en mayo se pronunció el Tribunal Supremo acerca de la sentencia inicial dictada por la Audiencia de Tarragona contra los cuatro pederastas que no se dieron a la fuga y pudieron ser juzgados: La condena de José Cardona pasó de 55 años a 132 años, la de Fernando Aguilera (exagente de la Ertzaintza), de 22 a 59, la de Martín R. Chanzá, de 11 a 20 y la de Miguel Avilés, se quedó en 43 años. "El Supremo sentó un precedente al establecer cuándo, en materia de pornografía infantil, se debe considerar que existe un delito continuado", explica Farrero subrayando el valor de una resolución amplia que, además, describe y tiene en cuenta "el grado de destrozo emocional y perjuicio a su maduración" que estos depredadores causaron a más de cien menores, algunos de menos de 13 años, a los que captaban por 10 euros para emborracharlos y filmar como abusaban sexualmente de ellos.

La fuga de Aschbacher y Arson obligará ahora a repetir el juicio próximamente para poder dictar condena contra los productores. La fiscal se reiterará en su petición de más de cien años e intentará que no sea necesario que las víctimas declaren de nuevo. Tanto Farrero como el cabo David y Cabanes querían este final. "Daba mucha rabia que estuvieran fugados. Las víctimas se merecían esta captura, saber que ya no podrán hacerles más daño", dice la actual directora de la DGAIA.

Youness en Naciri sigue en paradero desconocido.

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