25 personas denuncian cada hora haber sido víctimas de estafas o fraudes online en España. Son casi seiscientas personas cada día. En 2019, último año con datos oficiales, 216.000 ciudadanos se atrevieron a denunciar que sufrieron estos engaños, según los datos oficiales a los que ha tenido acceso CASO ABIERTO. Muchas otras víctimas no denuncian por vergüenza (si se trata de timos con un cebo o contenido sexual), por pereza (porque han perdido una cantidad pequeña de dinero y no les compensa someterse a los trámites legales y burocráticos) u otros motivos.

Esa cifra de denuncias implica que entre 2016 y 2019 las víctimas de este tipo de estafas subieron "un 136 por ciento", según explica el Comisario García-Serrano, jefe de la brigada de lucha contra el fraude on line de la Policía Nacional. Ningún otro tipo de delitos ha registrado un aumento tan espectacular en España en los últimos años. Este investigador señala que los datos de 2020 no serán extrapolables ni significativos de una tendencia debido a los tres meses de encierro por la pandemia del coronavirus.

Mundo real

La mayoría de las estafas online más utilizadas en España son una "traslación" de otros timos que se hacían ya en el mundo físico. Una de las más utilizadas por los delincuentes es enviar un mensaje suplantando a grandes empresas como Microsoft, Amazon o Netflix… en el que nos avisan de que han bloqueado nuestras cuentas por un ataque o un fallo y nos piden nuestros datos para volver a tener acceso a ellos. Si accedemos, abrimos la puerta a la estafa.

Captura real de una estafa utilizando el nombre de la empresa Amazon CASO ABIERTO

En otras ocasiones, los delincuentes engañan mediante el smishing. Consiste en enviarnos un sms o correo a nuestro teléfono móvil en el que nos felicitan porque hemos obtenido un premio o nos avisan de que nos llegará pronto un paquete con la compra o el material que hemos pedido, aunque no hayamos pedido nada. Todo para obtener nuestros datos.

Bases de datos

Las redes de estafas online consiguen datos de miles de tarjetas de crédito, no hace falta que las perdamos o nos las roben. Pueden comprarlas en la internet oscura (deep web) como ocurrió con la base de datos (y tarjetas) de clientes de una compañía aérea con base en un país de Sudamérica. También se consiguen en "puntos de compromiso", como una tienda o un comercio donde hemos pagado con nuestra tarjeta; incluso una compra con tarjeta en un establecimiento de comida a domicilio puede servir para abrir la puerta a la estafa.

Los alquileres de apartamentos de vacaciones que no existen, el skimming, el soldado americano en apuros, la brasileña desvalida... son otros de los engaños más utilizados y eficaces en España. En casos de catástrofes o acontecimientos deportivos, como unos juegos olímpicos, la final de la Champions League o unas inundaciones, los delincuentes pueden crear campañas de recogidas falsas de fondos, ya sea para hospitales o vender entradas. Cuando la emergencia decae o el acontecimiento deportivo se acerca, la página desaparece.

Imagen de un timo utilizando el nombre de un hospital de Madrid.

Y otro timo con miles de víctimas es el sexting. Se inicia cuando alguien busca páginas explícitas de sexo. Después de que el incauto navegue o chatee con alguna joven supuestamente interesada en algo más, alguien nos amenaza con difundirlo si no pagamos el chantaje, casi siempre en bitcoins. CASO ABIERTO difundirá en próximas semanas una radiografía de los engaños más comunes, los trucos de los delincuentes y los métodos para evitar caer en sus trampas.