Perseguida por su presunto agresor que pistola en mano la perseguía a tiros por el campo. La Audiencia de Alicante juzgó este jueves una presunta agresión machista en la que la Guardia Civil halló un arsenal de armas en la vivienda, alguna de ellas de guerra, a raíz de su intervención. Sin embargo, el acusado no va a poder ser acusado de intento de homicidio al no poder determinarse durante la investigación cuál era la trayectoria de las balas. La Guardia Civil encontró casquillos que acreditaban que el arma se disparó al menos dos veces. Pero no se ha podido encontrar dónde impactaron las balas, lo que impide determinar hacia donde estaba apuntando el procesado cuando disparó. La mujer aseguró que mientras huía notó cómo le pasaron las balas rozando y así lo mantuvo en la vista oral.
Los hechos ocurrieron el 13 de agosto de 2018 en la casa de Relleu en la que la pareja de nacionalidad holandesa se había establecido. Según el escrito de acusación al que ha tenido acceso este diario, ambos iniciaron una discusión durante la cual el acusado acabó sacando una pistola para amenazar a su pareja. La mujer se ocultó en una habitación y huyó de la vivienda por la ventana. Mientras corría hacia casa del vecino para pedir ayuda, el procesado habría disparado al menos en dos ocasiones contra ella. La Fiscalía le reclama penas que suman doce años de prisión por un delito de amenazas graves y por las armas encontradas en la vivienda. La acusación particular pide también una condena por maltrato habitual.
Nada más empezar el juicio la sala advirtió de que el delito de intento de homicidio ya había sido excluido en anteriores resoluciones y que no se admitirían preguntas por ese extremo. El que se descartara este delito causó que el procesado, que está defendido por el abogado Francisco Galiana Botella, quedara en libertad provisional en febrero de 2019. Las Fuerzas de Seguridad recomendaron a la mujer que abandonara su vivienda de Relleu, ya que al estar perdida por la montaña, no podían garantizar su protección. De hecho, la mujer fue acogida en una casa de acogida para víctimas de la violencia machista.
El procesado no declara
El acusado se acogió a su derecho a declarar solo a las preguntas de su abogado y negó absolutamente todos los hechos. Ni haberla agredido, ni ser el propietario de las armas encontradas en la casa. Su abogado ha pedido la nulidad del registro por haberse realizado sin el consentimiento del procesado y solo con la autorización de la mujer. El armamento se encontraba en varias mochilas en el exterior de la casa, ocultas con una pieza de uralita y varios ladrillos. En ellas había dos pistolas, un revólver y un subfusil Kalasnikov, un arma de guerra prohibida en España para particulares. También contenían abundante munición. En ninguna de ellas se encontraron restos de ADN o de huellas.
La víctima, que declaró protegida por un biombo, ha relatado al tribunal que sufrió hechos de maltrato anteriores a éste, aseverando que precisamente vinieron de Holanda a España porque él le prometió que estaría más tranquilo. La mujer aseguró que en una de esas discusiones llegó a amenazarla con una motosierra.
El juicio no pudo quedar visto para sentencia este jueves como estaba previsto debido a la incomparecencia de un testigo, el vecino a quien fue a pedirle ayuda cuando huyó de la casa. Ayer no se presentó en la Audiencia sin dar explicación alguna.
