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Histórica operación

Uno de los implicados en el caso del narcosubmarino: "Quien roba a un ladrón tiene todo el perdón"

El semisumergible estaba siendo vigilado desde una semana antes, a la altura de la localidad portuguesa de Sagres, gracias a un dispositivo conjunto entre España y Portugal y en el que también colaboraron Brasil, Estados Unidos y Reino Unido

Uno de los detenidos entra esposado para declarar en los Juzgados de Cangas, en diciembre de 2019.

El juicio que arrancará en poco más de un mes en la Audiencia de Pontevedra es histórico. Es la primera vez que se juzgará a los presuntos responsables de un transporte de cocaína por medio de un narcosubmarino, una vía de introducción de droga de la que se sospechaba pero de la que todavía no existían evidencias tan claras


La presencia del narcosubmarino en la Ría de Aldán no cogió por sorpresa a las fuerzas de seguridad. El semisumergible estaba siendo vigilado desde una semana antes, a la altura de la localidad portuguesa de Sagres, gracias a un dispositivo conjunto entre España y Portugal y en el que también colaboraron Brasil, Estados Unidos y Reino Unido. La tripulación y los cabecillas intentaron hasta en tres ocasiones transbordar a otras embarcaciones la droga, pero sin éxito. En el escrito de Fiscalía se recogen algunas de las conversaciones y mensajes entre los detenidos, que servirían para corroborar su participación en esta operación.

El 22 de noviembre, el mismo día en que fueron a una tienda de Vigo a comprar ropa y comida, Iago Serantes y su padre Enrique Carlos Serantes se cruzaron una serie de mensajes. Iago decía: “Cuando paguen te hago un giro pa q te vayas de viaje/ Tengo la ropa de Agus/ Pasando por la descarga/ y cargando 5 paquetes/ Era tu idea desde el principio hasta el final”. A ello contesta Enrique Carlos Serantes: “Ya te digo genial sería... quien roba a un ladrón tiene todo el perdón/ Que mala suerte, embarrancado en la playa y pillando 5 paquetes... de vicio”.

El 23 de noviembre Iago Serantes e Iago Rego regresaron a sus lugares de residencia (Palma de Mallorca y Lleida) y mantuvieron las comunicaciones con el resto de presuntos implicados, según la Fiscalía. Iago Serantes informó ese día y el 24 a su padre sobre la navegación del semisumergible. Durante la mañana del 24 de noviembre Iago Serantes le cuenta a su progenitor el encuentro de Rodrigo Hermida con la Guardia Civil. “Y a los 2 minutos al chaval en el camino le aparece la Guardia Civil/ y le peta en la ventanilla/ Qué hace usted aquí/ y le dijo que nada, me dejó la novia./ Estoy meditando/ Y lo dejaron irse”. A ello responde Enrique Carlos Serantes: “No sé es todo tan paripé/ que ya ni me lo creo”.

Tres días más tarde, el 27 de noviembre, Iago Serantes le vuelve a escribir a su padre para decirle que Agustín Álvarez, que era el tripulante del narcosubmarino que inicialmente había conseguido huir, estaba escondido en una casa en la zona de Punta Couso. “El gorrión está en el nido”, le escribió de manera críptica.

Tres detenidos en un día

El 29 de noviembre se precipitaron las detenciones: Agustín Álvarez fue localizado en una vivienda de Punta Couso; Rodrigo Hermida fue arrestado en su domicilio, donde tenía 4.480 euros en un sobre con la inscripción “Roi” y que se entiende que era “dinero proveniente de su colaboración delictiva”; y Enrique Carlos Serantes también fue detenido y se le encontraron sustancias, efectos y dinero en metálico “relacionados con su ilícita actividad de distribución de estupefacientes”.

El 2 de diciembre de 2019 fue arrestado Iago Serantes Pérez, que los investigadores creen que era el encargado de organizar la descarga de cocaína y dar cobertura a los tripulantes. Fue detenido en el aeropuerto de Valencia, cuando se disponía a coger un vuelo en dirección a Palma de Mallorca.

España y Portugal llevaban una semana siguiendo el recorrido del narcosubmarino

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La última de las detenciones llegó el 19 de febrero de 2020, cuando se detuvo en Lleida a Iago Rego Rosende. Esta persona procuró “eliminar evidencias de su ilícito proceder borrando todos los chats de comunicación correspondientes a los meses de noviembre y diciembre de 2019”.

Hay un dicho que reza que “cuando el río suena, agua lleva”. En este caso no sonaba un río, sino el inmenso océano Atlántico: la presencia de narcosubmarinos para transportar cocaína desde Sudamérica a Europa era una sospecha que existía desde hacía tiempo entre las fuerzas y agencia antidroga, pero faltaba la evidencia. La prueba definitiva llegó ese 24 de noviembre de 2019 a la Ría de Aldán. Seguramente antes hubo otros narcosubmarinos y no se puede descartar que hubiese otros después.

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