La familia de Laura Luelmola joven zamorana asesinada y violada en la localidad onubense de El Campillo el 12 de diciembre de 2018, modificó ayer sus conclusiones para incrementar la pena de prisión exigida ante la Audiencia de Huelva para Bernardo Montoya por el delito de violaciónsegún fuentes judiciales, condena que puede llegar a los 15 años con agravantes. Tanto la Fiscalía como la abogada de la Junta de Andalucíaque ejerce la acusación popular, reiteraron los 12 años de cárcel por ese delito en el juicio con jurado celebrado a puerta cerrada desde el lunes.

La acusación particular se sumó, eso sí, a la solicitud de prisión permanente revisable, que también exigen la Fiscalía y la Junta andaluza, la condena máxima a imponer por el delito de asesinato al único imputado en la violenta muerte de la joven zamorana de 26 años. La Fiscalía instó a la Audiencia a aplicar a Montoya las agravantes de género y de reincidencia para incrementar los años en presidio. 

Ministerio Público y los dos abogados de las acusaciones mantienen la exigencia de 20 años de libertad vigilada para Montoya una vez cumpla la pena de cárcel y el alejamiento de la familia de Laura Luelmo por ese tiempo, Así como 20 de prisión por el delito de detención ilegal, por las horas que el procesado mantuvo en su casa a la joven, tras agarrarla por sorpresa e introducirla a la fuerza para agredirla brutalmente hasta causarle la muerte. Una agresión física que la Fiscalía concreta en un primer ataque, ya en el domicilio del imputado, propinándole “diversos golpes y puñetazos en cabeza y cuerpo, llegando a utilizar un objeto romo alargado, de características similares a un palo, para golpearle en la parte izquierda de la cabeza”.

La fiscal sostiene que en ese momento, cuando la víctima está a “malherida y muy debilitada” el imputado le ata las manos a la espalda y la amordaza con cinta adhesiva sin dejarle capacidad de maniobra para después llevarla al dormitorio donde la violó. Finalmente, y tras “someterla a padecimientos innecesarios y un sufrimiento más intenso para causarle la muerte, le propinó más golpes” y terminó por “asestarle uno fuerte en la cabeza con un objeto contundente”, siempre según las conclusiones definitivas de la Fiscalía, a las que se adhirió la acusación popular de la Junta de Andalucía. La última sesión del juicio terminó con la declaración de dos forenses que elaboraron el informe psiquiátrico del acusado.

Bernardo Montoya llega a la Audiencia de Huelva. EFE

Una muy breve intervención para reiterar la inocencia del acusado

La intervención de la fiscal y de los abogados de las acusaciones se llevaron la mayor parte de la sesión de la tarde, que comenzó hacia las 15.20 horas y concluyó a las 17.31 horas. Mientras, el abogado de Montoya fue "muy breve" y conciso para reiterar la inocencia de su clientenegar la intervención en el crimen de Laura Luelmo e insistir en su impotencia sexual para eludir la condena por violación que permite imponer la prisión permanente revisable si se le encuentra culpable del asesinato.

Antes de comenzar la sesión del juicio con jurado de ayer, Miguel Rivera cuestionó las pruebas presentadas el miércoles para inculpar a Montoya, “no necesariamente hacen suponer de manera indubitada que haya habido una agresión sexual”, manifestó, lo que impediría condenarle a prisión permanente revisable. Y expresó sus esperanzas de que el imputado se viera exculpado de ese delito y se mostró “contento” porque “las pruebas dejaban muchas puertas abiertas”. Sí admitió, por contra, que el acusado es culpable de la detención ilegal de Laura Luelmo y que transportóenvuelta en una manta, a la joven, según recogen las agencias de noticias. Montoya la llevó en el maletero de su coche hasta el paraje de Las Mimbreras, donde abandonó su cuerpo. Por este delito la Fiscalía y las acusaciones particular y popular exigen a la Audiencia 20 años de cárcel.

El jurado popular dará a conocer hoy su veredicto

La previsión de la Audiencia de Huelva es que la deliberación del jurado popular se dé a conocer hacia las 18.00 horas de este 19 de noviembre, tras recibir el objeto del veredicto a partir de las 10.00 horas, según fuentes consultadas, al estimarse que existen pruebas de peso para que los nueve ciudadanos puedan tomar con rapidez una decisión sobre la implicación de Bernardo Montoya en el asesinato de la profesora zamorana que se instaló frente a su casa el 9 de diciembre de 2018, tres días antes de desaparecer. 

Esta circunstancia explicaría también el rápido desarrollo de un juicio en el que estaban llamados a declarar más de 40 testigos, previsto para desarrollarse entre el lunes, 15 de noviembre, y ayer, 18 de noviembre, y cuyas sesiones no se han prolongado más allá de cinco horas. 

El objeto del veredicto consta de un cuestionario que elabora el presidente de la salael magistrado Florentino Ruiz Yamuza, sobre el que deberán responder los integrantes del tribunal popular, tanto sobre las circunstancias que rodearon el asesinato de Laura Luelmo, como sobre los delitos por los que se puede condenar y las circunstancias agravantes o atenuantes de los mismos. El veredicto consta de un relato de los hechos que han alegado el Ministerio Fiscal, las acusaciones y la defensa para que el jurado determine cuáles de los expuestos por cada parte están probados o no, y con detalle en párrafos separados de los que son favores y desfavorables para Montoya. Al ser enjuiciados varios delitos, el juez hará una redacción separada y sucesivamente por cada delito. El magistrado recabará el criterio del Jurado sobre la aplicación remisión condicional de la pena y de la petición o no de indulto en la propia sentencia

A las 12.23 horas del lunes, 15 de noviembre, el magistrado Florentino Ruiz Yamuza, anunciaba un receso para que el jurado, compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres, deliberara sobre la declaración del juicio a puerta cerrada, decisión que se tomó en apenas siete minutos, lo que evitó que los medios de comunicación pudieran seguir el desarrollo de la vista oral y provocó una protesta formal de la Asociación de Periodistas de Huelva, respaldada por las de todo el país a través de la FAPE.

Esa fue la jornada más larga, cuando el juicio se suspendió a las 14.47 horas por la mañana, tras declarar Montoya y dos testigos. A partir de las 16.00 horas comparecieron nueve testigos y la vista terminó a las 18.00 horas. La agilidad fue la tónica general de los siguientes días con sesiones de mañana de poco más de dos horas y media y otras tantas por la tarde.