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Un crimen, un sospechoso y la incógnita del móvil

Su cadáver fue hallado degollado el martes en su piso de Vigo | El único detenido es un joven de 21 años de Monforte | La jueza envió a prisión provisional al investigado

Benito Torreiro (izqda) y el detenido, David M.C.

El único detenido por el crimen del profesor jubilado Benito Torreiro, un joven de 21 años, pasó este sábado su segunda noche en prisión, después de que la jueza del juzgado de Instrucción número 5 de Vigo firmase el auto el viernes a última hora de la tarde. David M.C. está investigado por un homicidio agravado, es decir, por asesinato.

En la ecuación de este impactante suceso, en el que existe una víctima y un único investigado detenido, restan por despejar las claves: la clase de relación que existía entre el profesor y su presunto asesino y los motivos que habrían llevado a este a acabar con su vida. Según fuentes de la investigación, el joven habría reconocido que conocía al profesor y que había estado en el piso. De hecho, al joven se le sitúa en la escena el crimen gracias a las huellas de unas zapatillas de deporte que la Policía Científica obtuvo del piso de Areal, que coincidían exactamente con unas que el joven monfortino llevaba en el maletero el día que fue detenido. Además, el detenido también tenía en su poder las llaves y el móvil de la víctima, así como su DNI y tarjeta bancaria, con la que habría estado haciendo compras los últimos días.

La familia y el entorno de amistades y ex compañeros de trabajo de Benito Torreiro aún no han podido asimilar el violento final para este vigués de 69 años, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado martes en su piso del centro de la ciudad con evidentes signos de violencia.

El cadáver se encontraba tendido sobre un charco de sangre y presentaba numerosas heridas por arma blanca. Según reveló la autopsia, practicada el miércoles, la víctima murió degollada. Una incisión de entre 15 y 18 centímetros en el cuello habría sido la principal causa de la muerte del hombre. El cuerpo presentaba también varias heridas de arma blanca en pecho y brazos, además de un fuerte golpe en la cabeza. Junto al cuerpo había dos cuchillos de cocina manchados de sangre, uno de ellos sin mango. Y, en la cocina, los restos de una última comida o cena compartida: varios pocillos, platos y vasos sin lavar en el fregadero. El macabro hallazgo tuvo lugar el martes, 4 de enero, pero, según determinó el análisis forense, la muerte habría tenido una semana antes, sobre el día 27 o 28 de diciembre.

El control de tráfico

En este caso cobra especial relevancia el trabajo de los agentes de tráfico de la Guardia Civil, que, en un control rutinario en un peaje de Silleda, tuvieron el olfato suficiente para dar el alto al coche conducido por David M. C. y tirar del hilo de las incongruencias en que el chico, visiblemente nervioso, iba cayendo. Los agentes hallaron un neceser con el DNI, la tarjeta y otra documentación pertenecientes a Benito Torreiro Sío, que el joven D.M.C. justificó diciendo que eran de un familiar. Además, en el maletero encontraron también diversos paquetes y compras hechas con la tarjeta bancaria de la víctima. Este hallazgo disparó las alarmas y la Benemériita dio aviso a la Policía Local y a la Policía Nacional, que se encargaría de su investigación, al encontrarse Vigo dentro de su demarcación.

Los agentes se dirigieron a la vivienda, situada en el número 136 de la calle Areal, solicitando la presencia de familiares en el piso para que le abriesen la puerta, al no conseguir contactar con el propietario. La escena confirmaba los peores presagios y, tras constatar los servicios médicos la muerte de Benito Torreiro Sío, maestro de educación infantil jubilado, las fuerzas de seguridad oficializaron la detención del conductor del automóvil por un presunto delito de homicidio doloso y suplantación de identidad.

El único sospechoso del crimen del profesor fue trasladado a la Comisaría de Vigo el miércoles por la mañana, donde estuvo hasta que se ordenó su puesta a disposición judicial, algo que no sería efectivo hasta el viernes por la tarde, casi 72 horas después de su detención, agotando prácticamente el plazo de arresto con el que cuentan las fuerzas policiales para reunir pruebas. El trabajo de la Unidad de Homicidios, con numerosos interrogatorios al entorno de la víctima y del supuesto autor de los hechos y de la Policía Científica, que consiguió situar al acusado en la escena del crimen habría pesado para que finalmente la jueza firmase el auto de prisión para D.M.C. por un supuesto delito de asesinato. El detenido se negó a declarar en todo momento, siguiendo las recomendaciones de su abogado.

Varias incógnitas para resolver

Un joven de 21 años conduce un coche de alta gama por el centro de Galicia, acompañado de otro chico, y acaba siendo detenido y enviado a prisión como el principal sospechoso del presunto asesinato de un maestro jubilado de 69 años. Aunque son muchos los detalles que se han ido sabiendo de este caso en los últimos días, quedan algunas incógnitas cuya respuesta no ha salido a la luz. Por ejemplo, quién era el otro chico que viajaba con David M.C. y por qué no ha sido detenido. Algunas fuentes apuntan a que era un menor, pero es algo que no se ha podido confirmar. Tampoco se ha sabido hasta ahora de quién era el coche que llevaba David, que, al parecer, tampoco tendría carné de conducir. Y lo más importante: los motivos del suceso. Distintas fuentes confirman que ambos se conocían y mantenían una buena relación. Las pruebas sitúan al joven en la escena del crimen compartiendo una comida o una cena con la víctima después de Navidad y la policía, en su investigación, baraja que la relación entre ambos fuese de tipo afectivo.

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