Viver anda revuelto en los últimos días por la iniciativa particular de un residente del pueblo. Harto de la inacción de la Guardia Civil, el vecino ha decidido redactar una carta con una plantilla donde lamenta que como "ni la Guardia Civil ni las autoridades hacen nada por solucionar el gran problema que tenemos con los traficantes de drogas en el pueblo, pues nada, aquí facilitamos una lista para que se enteren y a ver si toman medidas, que estamos indignados". Su hazaña le ha granjeado el apodo de "El justiciero de Viver", tal como se refieren a él los vecinos del municipio.

Así comienza la misiva que se ha distribuido por distintos rincones del municipio de l'Alt Palància de forma anónima. Tras esa introducción, aparecen 7 nombres, incompletos, con casillas para ser rellenados, que van acompañados por una breve descripción. Uno de ellos es "el de los coches de clientes a los dos lados", otro "de reparto por la zona" y otro trafica "cerca del de los coches, en plan familia, en calle de otros".

Uno de ellos sería un "empresario de brocha gorda" y otro está "en su satélite", además del último que, en clave, asegura que trafica con "su cuac cuac".

Este 'concurso' de adivinación de nombres ha sido una verdadera revolución en el municipio porque las referencias son muy explícitas para los que viven allí. No hay lugar a la imaginación: todos saben quiénes son los que figuran en el listado.

Los panfletos, además, terminan con una viso: "En breve informaremos de los mejores clientes de cada uno. Stop drogas".

Una rápida respuesta

La acción particular no ha sido plato de buen gusto para todo el mundo. Por esa razón, al 'Justiciero de Viver' no han tardado en amenazarle con su mismo modus operandi: un escrito repartido por el municipio, titulado 'La resistencia', se acusa al anterior de ser un "Chivato cabrón, a ver si esto salpica y nos quedamos sin perica".

Un escrito anónimo contra el 'justiciero de Viver'.