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La Policía vincula el crimen de Petrer con el robo de 600 kilos de marihuana

La investigación revela que el grupo tenía planeado ir a Villena con la víctima para recuperar la droga, pero sospecharon de él y se produjo el tiroteo - Los agentes reiteran en el juicio la implicación de dos personas para las que se archivó el caso

Los abogados defensores y los acusados en el juicio que se celebra en la Audiencia de Alicante. | HÉCTOR FUENTES HÉCTOR FUENTES

Los investigadores de la Policía Nacional que participaron en el esclarecimiento de la muerte a tiros de un hombre en diciembre de 2018 en Petrer, cuyo cuerpo que apareció dos meses más tarde en el maletero de un coche en Alicante, han explicado en el juicio que el robo de un alijo de 600 kilos de marihuana desencadenó el crimen de Francisco Jesús C., de 35 años. El fallecido culpaba del robo a un clan de traficantes de Villena y el día que presumiblemente se citaron para ir armados a recuperarla, la víctima no acudió a la hora prevista y cuando apareció tres horas más tarde lo llevaron a una casa de campo alquilada por uno de los acusados al sospechar que Francisco les mentía y podía estar detrás del robo.

Según la Policía, pretendían «apretarle» para aclarar si tenía algo que ver con el robo, pero no contaban con que Francisco portaba una pistola. Se produjo un enfrentamiento mortal entre la víctima y un hombre apodado «El rubio», al que culpan los cinco acusados que están siendo juzgados, fue el que efectuó al menos cuatro disparos contra Francisco, en opinión de los investigadores. «El rubio» llegó a estar encarcelado en Colombia por estos hechos, pero el juzgado le archivó el caso por falta de pruebas a petición de la Fiscalía. Para la Policía, según expusieron los encargados de la investigación, no hay dudas de la autoría de los disparos, aunque el jefe de la investigación precisó que lo más probable es que la víctima, dada su corpulencia, fuese sujetada por más personas mientras le disparaban a corta distancia.

El juzgado de Elda también archivó el caso para un vecino de Jumilla con antecedentes por tráfico de drogas. En su día fue detenido por la Policía y ayer en el juicio los agentes del caso volvieron a vincularle con los hechos.

El inspector que dirigió las pesquisas hizo un repaso a los problemas que tenía Fran antes de ser tiroteado. Indicó que dejaba deudas de la venta de marihuana y tuvo problemas de toxicomanías. El investigador señaló que, de acuerdo a las pesquisas realizadas, la víctima, el mencionado vecino de Jumilla, el amigo del fallecido que está siendo juzgado y un clan de Alcantarilla presuntamente robaron a finales de noviembre 600 kilos de marihuana en Orihuela y llevaron las plantas a una casa de campo, donde contrataron a unas personas para «pelarlas» y obtener los cogollos.

La marihuana fue robada en este último lugar y Francisco comentó a sus compañeros que sospechaba de unos traficantes de Villena. El análisis de las conversaciones analizadas en cinco teléfonos móviles intervenidos a dos de los detenidos tras el crimen desvelaron que los implicados tenían planeado ir a recuperar la droga a Villena. Para ello buscaron apoyo de «gente guerrera» y en los mensajes hablaban de armas con palabras en clave como «herramienta» -pistola o revólver- o «chupete» -silenciador-, según los policías que participaron en el caso. Además había imágenes de dos armas, una similar a la usada en el crimen, y de cocaína.

Este era el plan hasta las once y media de la mañana del 7 de diciembre de 2018. El instructor de la investigación indicó que se citaron a las siete y media la mañana en un bar de Elda pero Francisco no apareció hasta tres o cuatro horas más tarde. Alegó que se había quedado dormido, pero las sospechas que ya tenían sobre la víctima como autor real del robo se acrecentaron.

Según una conversación entre el vecino de Jumilla al que se archivó el caso y uno de los acusados, tras este percance decidieron llevar a Francisco a la casa de campo para «apretarle con el fin de que dijera dónde estaba la droga», indicó el inspector del caso. El vecino de Jumilla, que no acudió a la cita inicial para ir a Villena con la excusa de que su mujer no le dejaba, pidió a su interlocutor que no le hicieran nada a Francisco si no estaban seguros de su implicación en el robo de la «maría». Además le dijo que se quedaría con una parte de la droga una vez recuperada.

«El rubio» también aparece en los chats de conversaciones analizados por la Policía y en uno de ellos muestra sus dudas ante la posible implicación de Francisco. Asimismo, dos días antes del crimen le pide «pipas» -armas- a uno de los acusados.

Por otro lado, los investigadores que comparecieron este miércoles en el juicio coincidieron en afirmar que el amigo del fallecido, acusado también del asesinato, no parece que acudiera a la casa de campo con la intención de participar en el homicidio de Francisco. Iba a acompañarlo y «está vivo de milagro», señaló el instructor del caso. Además, el subfusil que intervino la Policía en su casa de Elda era del fallecido, ya que le obligaron a dejarlo antes de ir a la casa de Petrer.

El conductor del coche donde apareció el cadáver, ilocalizable

Además de las dos personas que la Policía vincula directamente con los hechos y para las que el juzgado de Elda archivó el caso, hay otra que se encuentra en paradero desconocido desde que se ordenó su detención tras el tiroteo mortal. Se trata de un ciudadano colombiano que conducía el coche en cuyo maletero transportaron el cadáver de Francisco hasta Alicante. Se quedó sin gasolina en la A-31, en el acceso a Alicante por la autovía del Puerto, y tras acudir otros dos acusados para llevarle combustible pudo huir. Acudió una patrulla de la Policía Local al ver a dos coches parados y cuando le pidió la documentación dijo que la tenía en el coche y se escapó. Por otro lado, varios policías afirmaron en el juicio que cuando entraron a la casa de Petrer para comprobar si había alguien herido observaron armas y utensilios de lo que aparentemente podría ser un laboratorio casero de cocaína. No obstante, no sirven como prueba porque se anuló el registro judicial al no estar presente el morador.

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