La Policía Nacional ha puesto fin a una serie de estafas a través de los denominados “cheques lavados”. La operación se ha resuelto con 11 detenidos a quienes se les acusa de formar parte de un grupo criminal que, al parecer, cometía estafas modificando los datos de cheques-pagarés. Con este método intentaron estafar a una empresa con sede en Alcoy, que fue la que denunció el caso, informando de que una vez emitidos dos pagarés de 1.045,46 euros y 876,90, respectivamente, nunca llegaron a su beneficiario, un proveedor de de Sant Andreu de Barca, en Barcelona. Fue la organización quien modificó el beneficiario y el importe de este cheque con el fin de poder cobrar finalmente 56.000 euros.

Según ha informado la Policía Nacional, los jefes de la trama residían en Barcelona y otras ciudades del área metropolitana, mientras que desconocen la identidad de los otros miembros de la organización.

Los detenidos, fueron puestos a disposición judicial de las localidades donde fueron arrestados, imputados por la presunta comisión de los delitos de estafa, falsedad documental, robo con fuerza y pertenencia a grupo criminal.

Gran calidad en la falsificación

Los pagarés, una vez alterados, tanto el destinatario como el importe, contaban con una gran calidad que impedía que los empleados de los bancos se dieran cuenta de posibles modificaciones.

En cuanto a la organización, cada uno de los integrantes tenía un rol bien definido, según han apuntado desde el cuerpo policial. En primer lugar, para hacerse con los cheques utilizaban a los “buzoneros”, quienes se encargaban de sustraerlos de la mensajería especializada que utilizaban las empresas para sustraerlos.

Los “falsificadores” llevaban a cabo la modificación de los datos que en el cheque figuraban, tanto el destinatario como el beneficiario. Más tarde intervenían los “cobradores”, personas con escasos recursos económicos o que pertenecen al mundo de la delincuencia, han asegurado los agentes.

Finalmente, los “seleccionadores” se dedicaban a escoger a los “cobradores”, entregándoles el cheque para que fueran a las sucursales a cobrarlos e ingresarlo, principalmente mediante cajero automático, en otras cuentas de la organización que dificultaban el seguimiento por parte de la Policía Nacional.

En la operación intervinieron los investigadores adscritos al Grupo 31 de Sección de Delincuencia Ecnómica, Fiscal y Blanqueo de Capitales de Barcelona, junto con la Brigada Local de la Policía Judicial de la Comisaría Local de Alcoy y la Brigada de Policía Científica de Alicante, quienes elaboraron los informes periciales.

Finalmente, los investigadores adscritos al Grupo 31 de la BPPJ-UDEF de Barcelona (Sección de Delincuencia Económica, Fiscal y Blanqueo de Capitales) junto a la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría Local de Alcoy y la Brigada de Policía Científica de Alicante tras la detención de once detenidos lograron acreditar la falsedad de los pagarés entregados a las entidades bancarias mediante los informes periciales elaborados por la Brigada de Policía Científica de Alicante.