La Guardia Civil ha detenido a ocho personas en San Vicente del Raspeig y Orxeta al desarticular una red dedicada al cultivo de marihuana en la provincia para su posterior distribución en Reino Unido y Holanda, países a los que exportaba la droga camuflada en bombonas de butano o en «caletas» (escondites) preparadas en vehículos. La operación antidroga, realizada el pasado diciembre en dos fases, se ha saldado además con la incautación de 37 kilogramos de cogollos de marihuana envasada al vacío en bolsas de plástico, 15.000 euros, una pistola simulada, una escopeta de aire comprimido, cinco vehículos y maquinaria de laboratorio dispuesta para la manipulación, envasado, análisis de pureza y etiquetado de la «maría».
La «operación Prunera» fue puesta en marcha por el Área de Investigación de la Guardia Civil de San Vicente tras tener conocimiento de la existencia de una vivienda situada en una lujosa urbanización del municipio donde había un fuerte olor a marihuana.
Esta situación despertó las sospechas ante la posibilidad de que hubiera una plantación en el interior, por lo que los agentes llevaron a cabo numerosas vigilancia y detectaron que los moradores de la casa mantenían relaciones con personas vinculadas al tráfico de estupefacientes.
Una vez identificados todos los implicados, la Guardia Civil realizó en San Vicente una primera fase de esta operación, en la que fueron detenidas seis personas y se desmanteló un cultivo «indoor» de cannabis sativa en el interior de la vivienda.
Para abastecer de energía a este cultivo los investigados había llevado a cabo un enganche ilegal de luz. Estos enganches son habituales en las plantaciones de marihuana, pero lo que no es tan normal es el túnel de seis metros de longitud que habían excavado bajo tierra, a dos metros de profundidad. Pretendían así dificultar la labor de las Fuerzas de Seguridad a la hora de descubrir plantaciones de marihuana gracias a los enganches fraudulentos a la red eléctrica.
Las pesquisas sobre la organización condujeron días más tarde a una segunda fase en la que fueron detenidas dos personas más en Orxeta.
En esta segunda fase se realizaron registros simultáneos en sedes sociales de empresas y en viviendas. Una de ellas era una lujosa casa situada en Orxeta en la que los agentes descubrieron que contaba con dos zulos para ocultar sofisticados laboratorios y acoger un cultivo de más de un millar de plantas de marihuana.
Según la Guardia Civil, el grupo contaba además con un gran almacén logístico situado en Polop de la Marina. Se trataba de un centro ecuestre sin actividad con una superficie de más de 20.000 metros cuadrados. Estaba perfectamente acondicionado para el cultivo de cannabis sativa y su posterior tráfico.
Asimismo, los investigadores comprobaron que en otra parcela se pretendía ocultar un cultivo de cannabis sativa en una superficie de más de mil metros cuadrados.
La Guardia Civil asegura que la organización desmantelada estaba «perfectamente estructurada, claramente definida y sus miembros contaban con un amplio historial delictivo». Por ello, contaban con una larga experiencia para tratar de conseguir que la droga sea indetectable en su transporte. Uno de los métodos empleados que fue descubierto por los investigadores en uno de los registros fue el uso de bombonas de butano que habían sido seccionadas por la parte superior y habían ideado un sistema de cierre de rosca. El corte de la botella no se apreciaba a simple vista por la carcasa de plástico que recubre las nuevas bombonas.
La red también manipulaba vehículos con el fin de habilitar escondites para la marihuana.
La Benemérita estima que la organización desarticulada en San Vicente y Orxeta estaba operativa desde al menos el año 2019.
Dos de los ochos detenidos en la operación han ingresado en prisión y el resto ha quedado en libertad con cargos, aunque el juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Vicente les ha retirado el pasaporte y les ha impuesto la prohibición de salida del país.
Los arrestados en la operación son de nacionalidad española, holandesa, inglesa, cubana y rumana. Se les imputan delitos de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico y pertenencia a organización criminal.
