La Guardia Civil ha detenido en La Vila Joiosa a tres hombres de entre 22 y 33 años como presuntos miembros de un grupo organizado de ladrones de casas que estaba especializado en el método del «resbalón» para abrir con una lámina de plástico las puertas donde sus dueños no cierran la cerradura cuando salen. Los investigadores de la bautizada como «operación Monkeyblu» han acusado a los tres detenidos de la comisión de catorce robos en el interior de viviendas de La Vila Joiosa y de Finestrat, así como de un delito de hurto.
Los tres arrestados, todo ellos de origen marroquí, quedaron en libertad con cargos tras pasar a disposición del juzgado de guardia de La Vila, que acordó medidas cautelares respecto de los investigados.
Uno de los detenidos tenía en vigor varias órdenes de búsqueda y detención por robos con violencia, según el Instituto Armado.
En dos registros domiciliarios llevados a cabos en casas de La Vila usadas por la banda se intervino material informático que está pendiente de ser analizado, una bicicleta de alta gama, un patinete eléctrico, varias armas blancas, dos teléfonos móviles, 115 carteras de hombre y los medios físicos utilizados presuntamente por los apresados para abrir las puertas de las viviendas asaltadas.
Los investigadores de la Guardia Civil pusieron en marcha la operación tras detectar un aumento de los robos en el interior de viviendas tanto de La Vila Joiosa como de Finestrat, lo que había generado inquietud entre los vecinos de las zonas afectadas por estos asaltos.
Los agentes analizaron una serie de robos y el «modus operandi» empleado. Así llegaron a la conclusión de que los asaltos podrían haber sido cometidos por un mismo grupo organizado de ladrones asentado en la comarca. En los robos investigados emplearon la técnica del «resbalón», que consiste en pasar entre la puerta y el marco una lámina de plástico o similar de tal forma que abrían las cerraduras que no estaban echadas.
La Guardia Civil continuó con sus indagaciones y acabó identificando a tres amigos marroquíes de 22, 32 y 33 años como sospechosos de los robos.
Cada uno de ellos tenía su papel en el grupo. Uno era el líder y cometía los asaltos en compañía de otro de los detenidos, mientras que el tercer arrestado se encargaba de vender los efectos sustraídos en las viviendas, según la información facilitada por la Comandancia de Alicante.
Para los registros domiciliarios y detenciones los agentes de La Vila Joiosa contaron con el apoyo de efectivos de las Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (USECIC) de Alicante y de Torrevieja, así como de un componente del Servicio Cinológico de la Guardia Civil.