Tres hombres protagonizan la investigación de la desaparición y muerte de Esther López, ocurrida la madrugada del 12 de enero a la salida de su pueblo, Traspinedo (Valladolid). Un vecino encontró su cuerpo el pasado sábado en la cuneta de la carretera, muy cerca del restaurante La Maña, junto a la Nacional 122.

A la espera de los resultados definitivos de la autopsia, la Guardia Civil mantiene la investigación sobre once vecinos, aunque son tres los que centran todas las pesquisas. Estos son, según ha reconstruido CASO ABIERTO, el canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica, los motivos por los que ellos están bajo la lupa.

Carolo y Óscar

Carlos, conocido como 'Carolo', está separado y tiene dos hijos. Tiene un pasado conflictivo y vinculación con los dueños del restaurante La Maña. De hecho, sigue viviendo muy cerca del local. La noche en que desapareció Esther en la casa estaban durmiendo sus hijos.

Óscar es muy amigo de Inés, la hermana de Esther. Está separado y es padre de una hija. Trabaja en una empresa familiar, una agencia de viajes en Valladolid, donde viven sus padres y también él. Además, tiene una casa en la urbanización El Romeral, muy cerca del escenario de la desaparición de Esther. Aquella noche afirma que durmió solo allí. No ha tenido nunca ningún problema con la ley.

Los dos son las últimas personas que fueron vistas con Esther López la madrugada que ella murió. Los tres estuvieron en el bar Castillo de Traspinedo celebrando la victoria del Real Madrid ante el Barcelona en la Supercopa de fútbol. Óscar, además, estuvo jugando a las máquinas tragaperras. Pagó con su tarjeta de crédito las consumiciones y también un adelanto para seguir jugando. Según los testigos, los tres salieron del local hacia las dos y media de la madrugada.

Óscar y Carlos mintieron en sus primeras declaraciones. Dijeron que desde el bar habían ido directamente a la zona del restaurante La Maña. 'Carolo' vive muy cerca de allí, y se habría bajado para ir a dormir. Tenía a sus dos hijos esperando en casa. Luego, Óscar se habría ido con Esther en coche y habrían girado a la derecha.

En realidad, la investigación descubrió que los tres fueron desde el bar a una zona conocida como Las Bodegas, situada cerca de la casa de Esther y donde estuvieron algo más de media hora. Los dos hombres rechazan que allí ocurriera nada violento. Uno de ellos ha afirmado que estuvieron "fumando".

Zona cero

Según la reconstrucción de la Guardia Civil, los dos hombres y Esther llegaron finalmente a la zona de La Maña hacia las tres y media de la madrugada. 'Carolo' insiste en que él se fue a casa y Óscar defiende que Esther quería seguir la fiesta, pero él estaba cansado y tenía que trabajar al día siguiente. Que entonces discutieron y ella se bajó del coche. En una declaración añade que su amiga le dijo que había quedado con otro hombre.

Los dueños del Bar La Maña afirman que a esa hora el local estaba cerrado, aunque algunos testimonios recabados por los investigadores indican que vieron "luces" que no saben ubicar si en el restaurante o en el aparcamiento.

Las imágenes de las cámaras de seguridad solo ofrecen "bolas de luz", y no permiten identificar a los vehículos, algo similar a lo que ya ocurrió en el caso de la desaparición y asesinato de la joven Diana Quer.

Diez minutos claves

El teléfono móvil de Esther López la sitúa en esa misma zona cero a las 5:40 de la madrugada, dos horas y diez minutos después de que supuestamente se quedara sola. Los investigadores piensan que fue ella y no otra persona quien utilizó el teléfono a esa hora. A las seis menos diez, un familiar la llama, pero el móvil ya no responde.

Ramón 'el Manitas'

Según los investigadores, Óscar no fue a trabajar a la agencia de viajes de Valladolid al día siguiente. Tampoco se puso en contacto con la familia de Esther hasta el domingo.

'Carolo' sí que estuvo en las batidas de búsqueda de la mujer. Fue él quien apuntó hacia Ramón el Manitas, el tercer hombre en esta historia, como la persona que podía saber algo de Esther. También fue 'Carolo' el que comentó a la Guardia Civil que 'el Manitas' le había dicho que había hablado con Esther varios días después de su desaparición.

La Guardia Civil puso entonces sus ojos en Ramón, un tipo que también vive muy cerca de la zona de la desaparición de Esther. Tiene antecedentes por alguna pelea y por violencia de género. Vieron que se dedicaba a trapichear con drogas desde su coche. También supieron que había pasado el covid poco antes y que planeaba marcharse a Cuba para casarse.

Le detuvieron y su casa y su coche fueron registrados, sin encontrar ningún resto de la mujer. Está en libertad y sigue investigado. Como los otros dos, mantiene su inocencia. Él, además, niega haber visto a Esther aquella noche. La última.