La jueza de Instrucción número 1 de Elche investiga, junto con la Policía Nacional, el asesinato de una pareja cuyos cuerpos sin vida fueron encontrados enterrados el pasado domingo en una zona deshabitada de las afueras de Elche, en el Barranco del Grifo. Se trata de un hombre y de una mujer cuyas identidades aún no han podido ser averiguadas y que tienen señales claras de haber sido asesinados. En el caso del hombre, hay además evidencia de torturas. En principio, la hipótesis principal es que se trataría de un doble asesinato por un ajuste de cuentas relacionado con ambientes delincuenciales y que el doble crimen se cometió hace aproximadamente unos tres años, según una primera estimación.

Fue un vecino quien, durante un paseo por el campo, se topó con lo que parecía un cráneo humano y cerca vio algunos restos óseos más, por lo que dio aviso a la Policía Local de Elche. La primera patrulla que llegó confirmó que aparentaban ser huesos humanos, lo que puso en marcha el protocolo de posibles muertes violentas, con el aviso a la Policía Nacional y a la jueza de guardia, así como al forense.

Según el primer examen de los cuerpos realizados por el forense en el lugar del desenterramiento, se trata de una mujer de una altura aproximada de 1,60 metros y de un hombre de alrededor de 1,80, posiblemente de menos de 40 años. Los dos estaban enterrados uno encima del otro, con la mujer en la parte más profunda.

Ambos estaban esposados, él a la espalda

Ambos tenían las manos inmovilizadas con sendos juegos de grilletes, si bien la mujer estaba esposada por delante, mientras que al hombre le habían colocado las argollas por la espalda, que restringe mucho más la movilidad, lo que supone que quienes cometieron el doble crimen se aseguraron más en el caso del hombre porque tendría más opciones físicas de resistirse.

A los dos les habían cubierto los ojos y la boca con cinta americana y, además, el hombre tiene señales de fracturas tanto en la mandíbula como en otros huesos faciales, por lo que es obvio que fue torturado, o bien para obtener de él algún tipo de información o bien como sistema de 'venganza'.

Dado que el hallazgo se produjo cerca de las tres de la tarde del domingo, los responsables de la Comisaría Provincial de Alicante decidieron posponer para el lunes la extracción completa de los cadáveres y contar, para esa labor, con el equipo de inspecciones oculares de la Comisaría General de Policía Científica, desplazados ayer desde Madrid a Elche para realizar las exhumaciones con todas las garantías para localizar posibles vestigios de los autores que permitan llegar hasta los criminales e identificar a las víctimas.

Los forenses deberán ahora realizar un estudio completo de ambos cadáveres para detectar todas las posibles señales de tortura y las causas de ambas muertes. Una de las tesis, que deberá confirmar el estudio necrológico, es que la mujer muriese asfixiada, ya que la cinta americana le obturaba por completo la nariz y la boca.

Barranco del Grifo, donde fue encontrada enterrada la pareja asesinada DELGADO

Identificación a través de ADN

Además, se les extraerán muestras de ADN a ambos cuerpos para tratar de identificarlos por esa vía, para lo cual sus perfiles genéticos tendrían que estar previamente introducidos en la base policial de datos biológicos, algo que solo sucedería si hubiesen sido detenidos con anterioridad o su marcador genético hubiese sido obtenido a partir de alguna muestra aislada en un escenario criminal. Así mismo, se introducirá en la base de personas desaparecidas y restos humanos (PDyRH), para ver si existe alguna coincidencia con el ADN de alguna persona cuya ausencia haya sido denunciada.

CRÍMENES Y DESAPARICIONES SIN ESCLARECER EN ELCHE

La mayoría de crímenes se resuelven a las pocas horas pero, cuando pasan los días, todo se complica. En la mente de todos está el asesinato de Alicia, una funcionaria de los juzgados que fue estrangulada por la espalda en la partida de La Foia. La Comisaría de Elche continúa con las investigaciones pese al tiempo que ha transcurrido con el respaldo de un grupo especializado desplazado desde Madrid. El juzgado mantiene el secretismo sobre este asunto lo que no ha impedido que trasciendan una serie de datos importantes para los investigadores. El asesino sabía lo que hacía, atacó a la joven, que había sacado a pasear a su perro e intento esconder el cadáver en una acequia de riego. Era última hora de la tarde y la presencia de algún vecino, paseando por la zona, lo puso en fuga....pero se llevó los zapatos de la joven.

Pero este no es el único crimen por resolver. El cadáver de un ciudadano asiático, envuelto en cinta adhesiva, fue descubierto en un piso de la avenida de la Libertad. Los agentes no encontraron huellas y les costó mucho identificar el cadáver, lo que tampoco permitió su localización.

Entre las desapariciones que nunca se resolvieron esta la de Antonella Zucca. La familia de la joven, residente en Italia, al no saber nada de ella, vino a España e intentó localizarla a través de su pareja. La muchacha había venido atraída por el calzado como un sector puntero donde ganarse la vida. Él dijo que salió de casa, en una vivienda de la avenida de la Libertad, y cuando volvió no estaba. Ocurrió en 1994. Al cabo de los años, la Comisaría de Elche puso en marcha una brigada para resolver crímenes pendientes. Los agentes interrogaron a la pareja que confesó que se la encontró muerta y se deshizo del cadavér. El hombre condujo a los agentes hasta el lugar pero, había pasado los años, y se había producido un movimiento importante de tierras para construir una nueva carretera. Pero el cadáver no estaba allí. Días después se desdijo de su declaración y nunca se le juzgó.

El crimen más antiguo por resolver es el de un joven asesinado, de una puñalada en el Parque Municipal de Elche, aunque los supuestos autores llegaron a ser detenidos, nunca se les juzgó cuando, al cabo de los años, se dio con ellos.

Además, la policía cuenta con algunos objetos personales de al menos una de las dos víctimas que ayudarán en su identificación. El primer paso, ya iniciado por los agentes del Grupo de Delincuencia Violenta (UDEV) de la comisaría de Elche, es obviamente cribar denuncias por desaparición no solo en el área más próxima a Elche y en el resto de la provincia alicantina, sino también en València, Murcia y Albacete, desde donde se iría ampliando al resto del territorio nacional si no se obtienen datos compatibles con la investigación.

La Policía ya ha empezado a cribar, sin resultado, denuncias por desaparición de 2019 y 2020

Una de las sospechas, basada en un hallazgo en la fosa, es que podría tratarse de personas extranjeras, lo que podría dificultar las labores de identificación, a menos que se tratase de residentes en España o de personas en tránsito turístico cuyas familias sí les hubiesen echado de menos y denunciado su desaparición.

Fuentes policiales advierten de que, si las víctimas proceden de ambientes delincuenciales, la dificultad para identificarlos y esclarecer el doble crimen se multiplica de manera notoria, por la opacidad que existe en ese ámbito que se traduce en que apenas se denuncian los hechos, ni siquiera las desapariciones.

Un doble crimen de 2019

En concreto, y a la espera de que los forenses puedan completar el estudio químico, antropológico y toxicológico de los restos cadavéricos encontrados, la estimación inicial es que el doble crimen pudo producirse en un periodo de tiempo de hace entre dos años y medio y tres, es decir, entre principios de 2019 y el verano de ese mismo año.