El triple parricidio de Elche ha desempolvado los recuerdos sobre otros crímenes de similares características que han cometido menores de edad en las tres últimas décadas en la provincia de Alicante y en la vecina Región de Murcia: el parricidio de Benijófar y el triple crimen del «asesino de la catana».

El más reciente fue el cometido el 1 de abril de 2000 en Murcia por José Rabadán, conocido como «el asesino de la catana» por el arma usada para matar a sus padres y a su hermana, de 9 años y con síndrome de Down. Rabadán tenía 16 años cuando cometió el triple crimen en el domicilio familiar de Murcia y fue detenido por la Policía dos días después en la estación de tren de Alicante.  

Fue condenado a seis años de internamiento en un centro de menores y a otros dos en régimen de libertad vigilada. Su caso fue objeto de un documental producido por el canal DMAX y en el que José Rabadán asegura estar rehabilitado. Emprendió una nueva vida en Santander, se casó y tenía una hija cuando se grabó en 2018 el documental «Yo fui un asesino».

El menor que mató a sus padres en Benijófar asistió a sus entierro. E. De Gea

El parricidio de Benijófar

El parricidio de Benijófar ocurrió ya hace casi tres décadas, el 1 de agosto de 1994. Un menor de 15 años, Cyril Jaquet, mató a tiros a sus padres y trató de simular que habían sido víctimas de un asalto para robar en el chalé donde vivían. Acudió al funeral por sus progenitores y encabezó la comitiva fúnebre por el municipio portando una corona de flores.

Los investigadores de la Guardia Civil también acudieron al funeral y diez días después del doble parricidio lograron que el menor acabara confesando y se autoinculpara del doble crimen. Y lo hizo con frialdad y con todo lujo de detalles, el mismo comportamiento que ha mostrado el menor detenido por matar a sus padres y a su hermano de 10 años en Elche. 

En su confesión, el parricida de Benijófar alegó que sus padres le «regañaban» y le «pegaban». Primero mató a su madre y cuatro horas más tarde a su padre cuando este regresó al domicilio.

Cyril fue juzgado con la antigua Ley del Menor, por lo que únicamente se acordó su internamiento durante un periodo de dos años y que se sometiera a tratamiento psicológico. La sentencia fue criticada por su abuelo al considerar «insuficientes» los dos años.

Cumplió la medida de internamiento en un centro de Godella y una vez recuperó la libertad se alejó de la provincia y emprendió una nueva vida en Palma. Pudo seguir en el anonimato de por vida, pero se presentó con su novia a un «reality» de Antena 3, «La vuelta al mundo en directo», y al comienzo de su emisión en 2009 fue reconocido por vecinos de Benijófar. El programa decidió expulsarlo pero entrevistó al joven para que explicara el motivo. Cyril se negó a contar lo ocurrido y sólo dijo que quería que los medios lo dejaran en paz y que no indagaran en su pasado ni le juzgaran.