El menor de Elche que el martes acabó con la vida de su familia disparó a su hermano de diez años por la espalda cuando intentaba huir de él tras ver que su madre acababa de ser tiroteada. El niño estaba en su habitación y, alertado por el ruido de los disparos, fue corriendo hasta donde se encontraba la madre, posiblemente ya sin vida, y su hermano armado con la escopeta de caza de su padre.

   La mujer, de 50 años, fue la primera en morir al menos de dos impactos que recibió cuando estaba sentada en un sofá. Ocurrió sobre las 17,30 horas de ese 8 de febrero y el joven luego esperó hasta que su padre, de 52, regresara de trabajar, sobre las 21 horas, para matarle también de varios disparos. En su primer relato, el menor dijo que tuvo que dispararle en varias ocasiones «porque no se callaba». Al parecer, el hombre, tras recibir el primer tiro, le dijo: «Pero ¿qué haces? Estoy sangrando». Y fue cuando apretó de nuevo dos veces más el gatillo. El joven ha declarado que nunca antes había utilizado el arma

El adolescente, cuyo físico es aún el de un niño, trasladó los cadáveres a un cobertizo, limpió los restos de sangre de la casa, en lo que empleó casi dos horas, y después se duchó y se preparó la cena. 

La discusión por las malas notas que supuestamente provocó el castigo de impedirle que siguiera jugando con su videoconsola, lo que se apunta como detonante del triple crimen, se habría producido unos días antes, posiblemente el viernes 4 de febrero, cuando regresó del instituto. Un centro, el Vicente Verdú de Elche, al que se había cambiado porque en el anterior no se impartía Bachillerato, que es lo que el chico, un buen estudiante hasta hace unos meses, quería y quiere estudiar.

Durante toda su comparecencia, el menor no dio ninguna señal de estar arrepentido ni de ser consciente de lo que había hecho. Relató con frialdad lo sucedido, como si él no fuera el protagonista, y solo se emocionó algo cuando contó cómo había disparado por a espalda a su hermano pequeño, que habría muerto en el acto.

Un menor de 15 años mata a sus padres y a su hermano en Elche después de que le castigaran sin wifi por las malas notas

Un menor de 15 años mata a sus padres y a su hermano en Elche después de que le castigaran sin wifi por las malas notas Matias Segarra

La bata 

En todo momento, desde que fue conducido a Comisaría, el menor iba vestido con un chandal o un pijama sobre el que llevaba la que podría ser la bata de uno de sus progenitores, posiblemente la del padre, una prenda que no se quiso quitar pese a que le ofrecieron hacerlo y cambiarse por ropa suya.

Los forenses no han detectado de momento ninguna patología mental ni existen antecedentes de que el joven padeciera este tipo de dolencias, sobre las que ahora será sometido a exámenes más meticulosos. 

La Policía la noche del viernes en las inmediaciones de la vivienda MATÍAS SEGARRA

Desde el asesinato de su familia hasta que en la noche del pasado viernes, tres días después, le confesó a una de sus tías lo que había hecho, el menor permaneció jugando con su videoconsola encerrado en su habitación porque no quería ver el resto de la casa. Según relató, quería estar tranquilo porque sabía que iba a ser encerrado en un centro de menores cuando se descubriera todo. Al parecer, durante esos días respondió a mensajes del móvil de su madre haciéndose pasar por ella y llamó al instituto como si fuera un familiar para comunicar que estaba confinado por el covid y que su ausencia no despertara sospechas.

El internamiento en régimen cerrado se ha acordado por tres delitos de asesinato y se ha decidido que sea en un centro de menores Valencia, en vez de en la provincia de Alicante, para alejarlo del foco mediático.