Ana Cameno ha negado en el juicio ser narcotraficante y ha asegurado que han construido respecto a ella de forma "maquiavélica" el personaje de "reina de la coca" tras no acceder a amenazas de un jefe policial de implicar a otras personas, y ha mantenido que "es una persona normal y corriente" y "de familia bien".

La Audiencia Nacional ha dejado este jueves visto para sentencia el juicio de Cameno, para la que el fiscal ha pedido 25 años de prisión, y de otros once acusados que fueron detenidos en 2014, en una operación desarrollada en Madrid, Cádiz, Alicante y Valladolid, cuando preparaban supuestamente la distribución de cien kilos de cocaína desde La Línea de la Concepción (Cádiz).

Cameno, que no había declarado en el juicio seguido por narcotráfico, blanqueo de capitales y tenencia ilícita de armas, ha utilizado el turno de la última palabra para sus primeras manifestaciones y ha asegurado que el alias "reina de la coca" ha sido "un personaje que han construido".

Y ha asegurado: "Soy una persona como es debido, normal y corriente, que vengo de una familia bien, que he trabajado durante toda mi vida y he tenido hasta cinco trabajos y negocios de todo tipo, hasta una productora de televisión catorce años y que todo lo que tenía en Sevilla la Nueva (Madrid), donde vivía, era legal".

"Cuando en 2011 me detuvieron por vez primera el jefe de grupo de la Policía Juan Luján me dijo que yo tenía que decir ciertas cosas, hacer un traje a medida, pero le contesté que no era capaz de perjudicar a nadie y me amenazó con que me iba a destruir y a estar en prisión como FIES -fichero de internos de especial seguimiento- y durante seis años estuve escuchada y sin poder comunicar con nadie", ha denunciado.

Ana Cameno ha mantenido que "esto es una continuación maquiavélica" de ese primer arresto y ha recalcado: "Yo no soy ninguna narcotraficante, ni ninguna jefa de personas que ni conozco" en referencia a los demás acusados.

"Ese señor -en referencia al jefe policial-, que tiene una obsesión hacia mí, lo que quería es que a Ana Cameno la colgaran de un palo o algo así y ha creado un personaje que ha hundido a mi familia, que es una familia bien, y no soy jefa de nadie", ha insistido.

Ha recordado que cuando tuvo que ser sometida a una operación le llevaron "en un furgón como si fuera un perro" y ha añadido: "Este señor llenó el quirófano de policías "porque quería que le dijera lo que él necesitaba".

También ha hecho referencia a José Ramón Mora, su expareja, en busca y captura al no presentarse al juicio, del que ha dicho que le conoció en prisión y ha manifestado que le cuidó "como a un hijo", que era una "persona tóxica, que era un drogadicto que ha hecho ciertos actos y yo intentaba estar paralelamente a él".

Cameno, que ha dicho que está "sin un duro y sin nada", ha señalado que tras dos años en prisión al salir el citado jefe policial le dijo que saliera en La Sexta -que emitió un reportaje sobre ella, a lo que tampoco accedió.

"Al final he terminado encerrada en casa de mi madre y no quiero ni conducir porque tengo pánico a que vuelvan a escucharme y vuelvan a meterme en prisión, y al final me voy a quedar loca o tarada con el tema de las escuchas que es lo único que han hecho durante casi doce años de mi vida, en prisión y al salir por la fijación de ese señor hacia mí", ha indicado.

Y ha concluido diciendo: "No soy capaz de hacer daño, el de ahí arriba es el único que me puede juzgar, en el que creo es en dios y dios se dará cuenta, espero que atiendan mis súplicas de que me vean como un ser humano".