Invertir la carga de la responsabilidad y convertir a la víctima de una agresión sexual en culpable del delito. Eso, que tantas veces se ha producido en casos de violación con trascendencia mediática, está ocurriendo también con las dos niñas de 12 y 13 años de edad que fueron víctimas de una violación individual y de una violación grupal por parte de al menos cinco jóvenes en la tarde del lunes en una casa abandonada de Burjassot, tal como adelantó en exclusiva Levante-EMV, medio que, al igual que este diario, pertenece al grupo editorial Prensa Ibérica.

"No vamos a consentir que arrastren por el suelo y que tiren por tierra a nuestras hijas ni a nosotros. Queremos que quede muy claro que los únicos culpables son los que han cometido el delito, los que han violado a nuestras hijas". Quien habla es el padre de una de las dos niñas víctimas de esas agresiones sexuales, cuyos presuntos responsables se encuentran en libertad vigilada en una decisión tomada a última hora por la jueza de Menores número 2 de València.

Las víctimas están sufriendo una brutal campaña de acoso y desprestigio en redes sociales

El padre, del que este diario mantiene el anonimato para preservar el de su hija, no encuentra palabras para resumir el calvario por el que están pasando. "La niña está malno puede controlar sus emociones, tan pronto está triste como ríe o se enfada. Incluso ha intentado escaparse de casa...". El miércoles, desesperados, acabaron recurriendo a un servicio telefónico de apoyo psicológico al menor. Y, desde el lunes, recibirá atención psicológica por parte del servicio municipal de la localidad donde residen.

La revictimización ya está en marcha. Desde el mismo martes por la noche, personas al parecer del entorno de los acusados –está bajo investigación– iniciaron la difusión de un vídeo obtenido de un directo en Instagram entre las tres niñas –las dos víctimas de las agresiones y la amiga que alertó a su madre de lo que estaba sucediendo– donde realizan comentarios sobre la posibilidad de que el hecho llegue a juicio y que determinados sectores están utilizando para criminalizarlas.

Amenazas de agresión en redes sociales

Además, se han sucedido los ataques, en esa y en otras redes sociales, hacia las menores, con insultosvejacionescomentarios humillantes e incluso amenazas. "No lo vamos a tolerar. No van a arrinconarnos ni a desvirtuar lo que ha sucedido. Y, desde luego, no vamos a soportar ni una sola amenaza". En una de esas publicaciones, el autor concluye su ataque de odio con un atemorizante "una paliza os tendrían k (sic) dar pa aprender".

"Culpar a las niñas o a nosotros como padres no solo es mezquino, sino que además quita el foco de donde realmente debe estar"

El padre de una de las menores ya ha presentado una denuncia formal en la que ha aportado no solo los ‘nicks’ de los autores de los comentarios –hay al menos cuatro usuarios distintos denunciados–, sino también los pantallazos que acreditan esas amenazas. 

"Culpar a las niñas o a nosotros, como padres, de lo que ha pasado, no solo es mezquino sino que quita el foco de donde debe situarse, que es sobre un grupo de jóvenes que ha cometido un delito gravísimo agrediendo sexualmente a dos niñas de 12 y 13 años. La pregunta no es por qué dos niñas quedan con chicos por Instagram, tengan la edad que tengan, sino por qué unos jóvenes se creen con derecho a someter sexualmente a mujeres. Y, en este caso, a niñas de esta edad", concluye.

"Esperemos que ahora sí los internen"

De momento, están consiguiendo aislar a las menores de las noticias sobre el caso que se suceden sin parar en todas las plataformas desde el martes. Por eso, no saben que los detenidos por las agresiones sexuales que sufrieron quedaron, contra todo pronóstico, en libertad vigilada el jueves por la noche y tampoco que ayer la Fiscalía recurrió esa decisión ante la Audiencia de València para que se revierta la decisión de la jueza y que los cuatro que quedaron en libertad sean internados en centros especiales en régimen cerrado.

"La pregunta no es por qué dos niñas quedan con chicos por Instagram, sino por qué unos jóvenes se creen con derecho a someter sexualmente a mujeres"

El hecho de que el jueves por la noche, los cinco presuntos implicados quedasen libres, cayó como "un jarro de agua fría" sobre las familias. "Por supuesto que no le dijimos nada a nuestra hija... ¿Para qué? ¿Para que pase más miedo o tenga la sensación de que no la creen? No puedo entender por qué la jueza tomó esa decisión, la verdad... Y espero que la Fiscalía de Menores consiga ahora que esa situación cambie".

Ante el cariz que está tomando el asunto y la campaña de desprestigio que están viviendo, las dos familias ya han buscado asesoramiento legal para personarse como acusaciones particulares en el procedimiento judicial que se sigue en el Juzgado de Menores número 2 de València

Además, las dos menores, que de momento solo han declarado ante la Unidad de Atención a la Mujer y la Familia (UFAM) de la comisaría de Burjassot y aún deberán hacerlo ante la jueza, tienen ya concertada atención psicológica para empezar a gestionar la situación por la que han pasado.

El recibimiento a la salida del juzgado: "¡Unos guerreros, eso es lo que son! ¡Unos campeones!"

Como si fueran héroes: "¡Son unos guerreros! ¡Eso es lo que son unos guerreros! ¡Y unos campeones!". Así fueron recibidos los cinco menores detenidos tras ser puestos en libertad la noche del jueves por sus familiares que durante todo el día permanecieron frente al juzgado de guardia de València pendientes de la resolución judicial. 

Los presuntos agresores sexuales fueron recibidos con vítores y tratados como si fueran mártires de la Justicia, con numerosos presentes grabando el momento. Ni un gesto de arrepentimiento. 

Al contrario, fueron jaleados y paseados a hombros, emulando los éxitos de los toreros, ante el estupor de los agentes de la Policía Nacional que integraban el fuerte dispositivo de seguridad desplegado desde las de la tarde en la Ciudad de la Justicia ante los altercados protagonizados por esos mismos familiares en las primeras horas de la tarde.

Instantes antes algunos de sus letrados les habían informado de que estaban a la espera de que la jueza acordara el auto de internamiento para cuatro de ellos, a lo que los familiares congregados respondieron con insultos a los periodistas y a los policías. Hasta que la jueza cambió ed pronto de opinión y los dejó en libertad, desatando la euforia y los gestos de victoria. I.C./T.D. València