Un hombre de 59 años y vecino de Puçol ha fallecido ahogado en la presa de Manises (Valencia). Según ha podido saber Levante-EMV, diario perteneciente al grupo Prensa Ibérica al igual que este mediola víctima se encontraba con su hija de 15 años, que corrió peligro pero sobrevivió, en una zona de baño presa abajo.

Se trata de un punto negro donde ya se han registrado varios ahogamientos anteriormente, como los ocurridos en 2010 y 2016.

La Guardia Civil se ha hecho cargo de las investigaciones para esclarecer los detalles concretos. Según pudo saber este diario, se han barajado dos escenarios posibles: que el hombre trataba de rescatar a su hija del río Túria y ha fallecido al salvarla, o que ha sido la adolescente la que se ha lanzado al agua al ver que su padre se había tirado primero y se estaba ahogando. Durante la tarde, la Benemérita ha trasladado a este diario que el caso queda definido simplemente como un accidente y que no darán «más informaciones» sobre los acontecimientos que llevaron a la muerte al hombre. La zona está señalizada como peligrosa para el baño. El agua baja con mucha fuerza por un canal y se forma una pequeña cascada hacia una poza más amplia. El problema es que, en la poza, se forma un remolino con el potencial de empujar al fondo a una persona entre dos y tres metros de profundidad.

Imagen de la pequeña caída de agua y el remolino que se forma en la poza donde ha fallecido el hombre.

El Consorcio Provincial de Bomberos ha recibido un aviso sobre las 11,20 horas sobre un rescate de dos personas en la zona y hasta el lugar mandó dos dotaciones de bomberos de Paterna y otra de l'Eliana. La Guardia Civil ha acordonado la zona durante las operaciones.

Los servicios sanitarios no han podido salvarle la vida al progenitor y la menor, de 15 años, ha sido atendida in situ por un cuadro de ansiedad. Los servicios funerarios han levantado el cadáver sobre las 14,00 horas, ha constatado Levante-EMV. Familiares y amigos se han desplazado al lugar para apoyar a la adolescente, que ha permanecido bastante más tiempo allí después de que el operativo finalizase, todavía en estado de shock.

"La hija ha empezado a gritar y a pedir socorro, al principio pensé que eran niños jugando, pero luego ha gritado '¡papá, papá!'", dice una testigo auditiva

Una testigo auditiva del suceso, Diana, ha dicho a este diario que se encontraba pescando desde primera hora de la mañana en una parte del riachuelo aledaña a la poza peligrosa cuando de repente ha oído gritos. "La hija ha empezado a gritar y a pedir socorro, al principio pensé que eran niños jugando, pero luego ha gritado '¡papá, papá!'", ha asegurado. "Nos ha afectado mucho porque luego hemos visto a la niña hecha polvo. Ha sido lo peor, un día fatal", ha concluido.

Un efectivo de la Guardia Civil, trabajando en el lugar de los hechos. LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS MUÑIZ

Tanto Diana como otros bañistas que se encontraban unos metros más abajo en el río, ya en un lugar seguro para los bañistas, han insistido en que la gente que suele acudir a pasar el día conoce que esa parte en concreto tiene mucha corriente y entraña peligro. Ángel, un joven que tan solo ha visto a los servicios de emergencia pasar mientras tomaba el baño en la zona segura como tantos otros días, ha indicado que cada vez que ha visto a alguien cerca le ha dicho "no os metáis por ahí".

"La gente se pone aposta porque piensa que la corriente los va a llevar hacia aquí, pero en realidad el agua se los lleva hacia el fondo", ha aseverado. Aparte, ha indicado, también puede ocurrir que alguien se meta en el agua por una parte menos peligrosa pero que trate de ir hacia el centro de la poza, donde está el remolino, y acabe absorbida por su fuerza. La Guardia Civil aún investiga el suceso para determinar cuál ha sido la manera en la que se han desarrollado los acontecimientos.