"Mamá, lo maté". Con este mensaje comunicaba una adolescente de 13 años que había quitado la vida a su hermanastro Benjamín, de 5 años. El suceso tuvo lugar a las ocho de la tarde del pasado lunes en la localidad argentina de Arroyo Seco, situada 35 kilómetros al sur de Rosario, en la provincia de Santa Fe.

Roxana, la madre de los menores había salido de casa para ir a estudiar a la escuela de noche cuando recibió el mensaje de su hija. Rápidamente contactó con el padre para que acudiera a la casa a ver qué ocurría. Al llegar, el progenitor se encontró a su hijo muerto. Presentaba 11 puñaladas en la espalda y en el cuello, según confirmaron los forenses de la Agencia de Investigación Criminal. La hermana estaba acostada en la cama.

Las primeras investigaciones apuntan a que la adolescente pudo haber sufrido una "crisis impulsiva". La menor estaba bajo tratamiento psiquiátrico, aunque no tomaba medicación, y su madre había advertido varias veces sobre su salud mental. 

"Jamás imaginé que mi hija podría hacer algo así. Busqué ayuda de todas las maneras. La llevé a psicólogos, psiquiatras, neurólogos. Las consultas duraban 5 o 10 minutos. Así como íbamos, nos volvíamos. La hacían mirar para arriba y para abajo. Le pedían que levantara el pie. ‘Yo la veo normal’, me decían. Pero en mi casa yo veía cosas en ella que no eran normales", declaró Roxana al medio TN.

"Tenía un amigo imaginario"

Ante las extrañas actitudes y comportamientos de su hija, ella intentaba que nunca se quedara sola con su hermano, pero el día del trágico suceso el padre, inspector de tráfico, fue llamado de urgencia por el trabajo y tuvo que irse.

La madre relató al citado medio lo que se encontró al llegar a la casa: "Mi hija no me quería abrir la puerta al principio. Cuando pude entrar, no puedo describir lo que vi. Mi hijo tirado en el piso, boca abajo, lleno de sangre. Mi hija sentada en una silla a su lado, como si nada".

Ella cree que su hija escuchaba voces: "Últimamente me decía que tenía un amigo imaginario. Yo le respondía: ‘Dale, ya tenés 13 años. Estás grande para eso’. Y ella me insistía. Decía que hablaba con él y todo".

El juez del caso ha decretado el secreto de sumario en el expediente. La niña, que es inimputable por su edad, ha sido trasladada a un centro de salud de Rosario para ser sometida a estudios ante la posible existencia de "un trastorno en su salud mental".