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Asturias

Condenan a un filósofo de 80 años por robar un móvil en un pub de Gijón en el que nunca estuvo

"Es una frivolidad", asegura Reyes Mate, que carga con dureza contra la Policía y la jueza tras revocar el fallo al demostrar el error

Reyes Mate. Juan Plaza

El filósofo Reyes Mate, de 80 años, es todo reproches contra la Policía, contra la titular del juzgado de instrucción número 4 de Gijón y contra la compañía de telefonía que le da servicio. El motivo es una sentencia por la que fue condenado a dos meses de multa con cuota de ocho euros diarios al considerar que había sustraído un móvil a las tres de la mañana en un pub de la zona de movida nocturna de Fomento, en Gijón, a una menor, el 31 de octubre de 2021. El pensador, que reside en Madrid, puso su caso en manos de unos abogados asturianos que han conseguido que la Audiencia Provincial revoque el surrealista fallo. El motivo es sencillo: hace cuatro años que no pisa Gijón.

El filósofo, Premio Nacional de Ensayo en 2009, explica que en marzo recibió una llamada telefónica de personas que se identificaron como agentes de la Comisaría de Policía de Gijón y que le preguntaron cuál era el número de serie de su teléfono móvil. "Me extrañó un poco. Les dije que no podía verlo a la vez que hablaba por el teléfono y que me llamaran después", explica. Lo que hizo fue dirigirse a una Comisaría de Policía en Madrid, donde los agentes le dijeron que ese no era un procedimiento normal, sino que los policías gijoneses debían de solicitar a los madrileños que le requirieran a él esa información, en vez de pedírsela telefónicamente, afirma Reyes Mate.

Eso es lo que respondió a los agentes gijoneses cuando volvieron a telefonearle para que les facilitara el número de serie de su celular. "Se enfadaron y me dijeron ‘se va a enterar usted’ y, al poco tiempo, recibí una citación para una vista porque me acusaban de haber robado un teléfono móvil".

Reyes Mate señala que el número de serie del teléfono robado era muy parecido al suyo, pero no igual, ya que "diferían en la última cifra". El filósofo asegura que trasladó esa información a través de un representante legal, pese a lo que, al cabo de un mes, "recibí la notificación del juzgado de instrucción número 4 de Gijón diciéndome que había sido condenado por haberle robado el móvil a una menor, quitándoselo en un descuido del bolsillo de una chaqueta en un pub, cuando yo no estaba en esa fecha en Gijón". El octogenario considera que "lo normal es que un juez, si ve que tengo 80 años y vivo en Madrid, dude de que yo ande a las tres de la madrugada en una discoteca de Gijón". Y va más allá. Opina que la forma de proceder contra él es "muy preocupante" y una "frivolidad".

Además, asegura que no se enteró hasta recibir la sentencia de que los investigadores vinculaban su tarjeta de teléfono al terminal robado cuyo número de serie difiere en una cifra del suyo, algo que Reyes Mate atribuye a que podría tratarse de una tarjeta "duplicada" ilegalmente, señalando que comprobó con su compañía de telefonía que no había habido "ninguna alteración de gastos" en la factura por el uso de la tarjeta, que él había seguido usando "regularmente sin alteración del coste".

Reyes Mate califica de "terrible" todo lo que le aconteció, que sigue "sin entender muy bien". Apunta que, en su caso, de no haberse aclarado que no tenía relación con el hurto, "al final esto me iba a costar unos mil euros, entre pagar el móvil robado, las costas y la multa diaria de ocho euros durante dos meses". Pero este proceder podría ser más grave si versara "sobre actos que afectan a la libertad o al patrimonio".

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