Dos años de cárcel es la pena impuesta este lunes a J. L. F. S., el vecino de Nuevo Gijón que en febrero de 2021 atacó a varios agentes de la Policía Local con un hacha y tres cuchillos para evitar su desahucio, en el número 13 de la calle Trueba. Este individuo reconoció los cargos de atentado a agente de la autoridad y de lesiones antes de aceptar la condena, que quedará suspendida siempre y cuando continúe abonando la responsabilidad civil para resarcir a los agentes afectados y no delinca en un plazo de dos años y siga sometido a tratamiento médico.
Este individuo residía en un piso de la calle Trueba, en Nuevo Gijón, pero llevaba mucho tiempo sin abonar el alquiler. El día que acudió la comisión judicial para proceder a su desahucio, este individuo les abrió la puerta “esgrimiendo un hacha”, “acometiéndoles” y llegando a alcanzar en la pierna a uno de los agentes. Además, llevaba en el cinturón tres cuchillos (uno de 20 y otros dos de 24 centímetros de hoja) y una barra de uña que empleó para lesionar a otros dos policías. “Prefiero la cárcel a estar en la calle; de mi casa no salgo”, repetía a gritos este hombre, según relataron los testigos de la calle el día de autos. Afortunadamente, una vecina del inmueble alertó a los agentes de que este hombre estaba muy alterado, lo que motivó que regresasen al coche a ponerse un chaleco. Eso les salvó la vida.
Los agentes lograron sacarle de su vivienda, pero este hombre mantuvo una actitud violenta y amenazante con ellos durante largo tiempo. Siguió caminando, en dirección a la calle Jove y Hevia, (justo en ese lugar está del Centro de Educación de Personas Adultas de Gijón) mientras la zona se llenaba de agentes. Fue entonces cuando los policías le dispararon en tres ocasiones para reducirle, en zonas que no supusieran un riesgo vital. Solo así pudieron reducirle y quitarle las armas que llevaba.
Los afectados sufrieron heridas, algunos cortes (que motivaron luego sus correspondientes cicatrices) y, en el caso de uno de ellos, la rotura del menisco. Otro, perdió una pieza dental. En suma, y en concepto de responsabilidad civil, la Fiscalía reclama el pago de una indemnización de 8.200 euros para los tres agentes que resultaron afectados durante la intervención, tanto por las lesiones sufridas como las secuelas derivadas de este episodio. Esas cantidades, explicaron fuentes cercanas al caso durante la vista, las está abonando poco a poco de sus ingresos del salario social.
En el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3, reconoció ser autor de un delito agravado de atentado a agente de la autoridad por el que asumió un año y seis meses de cárcel. Además, por cada uno de los dos delitos de lesiones se le impuso tres meses de cárcel. Y, por el delito leve de lesiones el pago de una multa de 240 euros. De entrada, el Ministerio Fiscal y la acusación particular interesaba una pena mucho mayor, de seis años de cárcel, pero se acordó ayer aplicar las atenuantes de reparación del daño, al estar pagando la responsabilidad civil, y la de enfermedad, pues presenta problemas mentales.
