En tan solo 19 minutos un abogado de Zaragoza perdió 27.000 euros de sus cuentas. Se dio cuenta a la mañana siguiente cuando cogió su teléfono móvil con un dolor de cabeza horrible y sin recordar nada más allá que el hecho de que por la noche había quedado con su ex para hablar de los términos de su separación. Solo había bebido agua y comido una croqueta de bacalao en un bar. Lo denunció y al final la Policía Nacional determinó que la mujer le había drogado con Orfidal para desplumarle. Esta, una dirigente de CCOO en Aragón, Marta Laiglesia, acabó detenida.

Todo se remonta al 24 de agosto. El hombre había quedado con su exesposa para hablar de determinados términos de la separación en la que ella se había quedado con el chalet familiar en la exclusiva urbanización Torres de San Lamberto, a las afueras de la capital aragonesa. Lo habían dejado un mes antes. La cita, a las 22.00 horas fue en el interior del bar Los Juncos, en el barrio de La Paz. Según relató la víctima, se sentaron nada más acceder al establecimiento a la derecha. 

"Mientras estábamos consumiendo en el bar, ella me mandó a la barra a por un vaso, regresando momentos después. No fue la única vez que me mandó ir a la barra, puesto que lo hizo otra vez para cambiar una consumición", señaló ante el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que llevó la investigación. En un momento dado él se comenzó a encontrar mal, por lo que abandonaron juntos el local, no recordando nada de lo sucedido desde que salió del bar. Fue a la casa de su padre, quien le dijo que llegó en mal estado y que directamente se dirigió al dormitorio. Durmió sobre la cama con la misma ropa que llevaba. 

"Mientras estábamos consumiendo en el bar, ella me mandó a la barra a por un vaso, regresando momentos después"

La sorpresa se la llevó cuando despertó y vio que se habían realizado cuatro transferencias bancarias desde su móvil, sin recordar que las había hecho él. Las horas eran, casualmente, desde que había quedado con la sospechosa hasta que entró por la puerta de casa de su progenitor. En concreto, según pudo saber El Periódico de Aragón, del grupo Prensa Ibérica, la primera se realizó a las 23.17 horas por un importe de 4.301,99 euros; la siguiente a las 23.19 horas por valor de 5.000 euros; la tercera a las 23.31 horas de 2.501,99 y la de mayor valor de 15.000 euros a las 23.36 euros. Esta última fue realizada a nombre de la hija en común, quien, al ser avisada de lo ocurrido, esta reingresó el dinero.

Extrañada por lo ocurrido, la joven acompañó a su padre al hospital universitario Miguel Servet porque el hombre se encontraba mal. Allí le hicieron una analítica y llegó la sorpresa: dio positivo en benzodiacepinas, un potente narcótico que provoca sueño. Los sanitarios encontraron 399 nanogramos por mililitro en sangre de benzodiacepinas , cuando el máximo permitido es de 200. Un hallazgo que le hizo ir ante la Policía Nacional. 

Los investigadores analizaron las cámaras de seguridad aportadas por el bar, observando que en el momento en el que se levantaba la víctima, esta, supuestamente, le introducía algo en la croqueta. Las dos veces que lo hizo, la arrestada le manipuló la tapa de bacalao. 

El hombre de 59 años llamó a quien fuera su mujer para pedirle explicaciones, si bien esta le dijo que no sabía de lo que estaba hablando. Él le advirtió que iba a interponer una denuncia para saber qué había pasado puesto que ella 'toma Orfidal'. La respuesta se la dio Homicidios tres meses después con el arresto de la sospechosa por un delito contra las personas y contra el patrimonio. Ella está en libertad a la espera de que la cite el juez. 

Antes de ser detenida, el 18 de octubre, ella le denunció por coacciones antes el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza. Consideraba que él había dejado de pagarle el recibo de la luz del chalet que disfrutaba ella y que le habían cortado el suministro. El magistrado lo archivó, pero ella volvió a denunciarle, acabando detenido y pasando una noche en el calabozo.

Benzociacepinas, un potente relajante con efectos hipnóticos

Las benzodiacepinas son un grupo de psicofármacos que consiguen disminuir la ansiedad, la angustia, producen somnolencia e incluso calman los espasmos musculosos. El psiquiatra forense José Carlos Fuertes Rocañín destaca que los diferentes fármacos que contienen esta familia, el Orfical, Diazepam, Valium o el Trankimazin tienen diferentes características, si bien en su conjunto son "potentes ansiolíticos que relajan". Si se confirmara la sospecha policial de que se empleó Orfidal, este doctor especializado en Medicina Legal destaca que "tuvo que haber empleado entre 5 y 10 comprimidos", puesto que cada pastilla es de un miligramo. Fuertes Rocañín considera que con estas cantidades "se consigue una sumisión química", si bien afirma que no estuvo en peligro su vida "si no lo mezcló con alcohol".