Investigación

Así es "La Tribu", el grupo esotérico de Asturias con el que estuvo Sandra Bermejo, la joven desaparecida

La policía investiga la conexión de "Agua de Estrellas" con la psicóloga, a la que se vio por última vez el 8 de noviembre

Sandra Bermejo, junto a una de las imágenes que utilizaba el grupo esotérico con el que tuvo contacto.

Sandra Bermejo, junto a una de las imágenes que utilizaba el grupo esotérico con el que tuvo contacto.

Entre ellos se conocen como "La Tribu", aunque su nombre oficial es "Agua de Estrellas". Su líder es un hombre llamado Roberto, y organizan retiros espirituales, el último, el 11 de noviembre, llamado "Meditación ceremonial medicinal". A ese grupo se acercó Sandra Bermejo cuando llegó a Gijón para iniciar una nueva vida. La policía investiga ahora la conexión del grupo con la joven psicóloga desaparecida desde el 8 de noviembre, según ha sabido CASO ABIERTO, canal de investigación y sucesos de Prensa Ibérica.

Las primeras pesquisas apuntan que Sandra tuvo contacto con ese grupo al menos durante todo 2021 y parte de 2022. De hecho, la policía ha descubierto que la joven celebró su último cumpleaños, el pasado 3 de septiembre, en una finca del gurú de "Agua de Estrellas". También, que había participado este otoño en una actividad conocida como "búsqueda de la visión", un retiro de seis días sin comer ni hablar en los Picos de Europa con otros dos integrantes del grupo. Con ese retiro se consigue, según "la tribu", "tener el cuerpo limpio y la mente más clara".

Malas experiencias

Sandra Bermejo, psicóloga, 32 años, había tenido una mala experiencia con otro grupo esotérico en Colmenar de Oreja (Madrid). Fuentes conocedoras de la investigación explican que, desde entonces, se había alejado de ese círculo, que defendía la toma de ayahuasca, una bebida alucinógena utilizada por chamanes del Amazonas desde tiempos ancestrales. Tras aquel episodio, la joven dejó su vida en Madrid y se trasladó a Gijón, donde alquiló un piso y puso consulta profesional. En Madrid quedó su familia y también un exnovio con el que mantenía buena relación.

Un portavoz de la familia de Sandra explicó a La Nueva España, del grupo Prensa Ibérica, que "quiso experimentar con la ayahuasca para saber lo que es… para ver cómo funcionaba con un fin forense y terapéutico". Añadió que la experiencia no le resultó satisfactoria y rompió con el grupo en septiembre de 2021.

Ayahuasca y hongos milagrosos

En Asturias, Sandra, muy activa e inquieta, formaba parte de un grupo de teatro y contactó con "Agua de Estrellas". Su fotografía y su imagen aparecen aún en el grupo de amigos de ese círculo, liderado por Roberto. CASO ABIERTO contactó con el hombre, que no respondió a la oferta de dar su versión sobre su relación con la mujer desaparecida.

En su perfil de Facebook, del que algunas publicaciones fueron borradas poco después de la llamada de este medio, se defendía la toma de "microdosis de ayahuasca", incluso para "poder llevar un día de manera normal".

El líder del grupo definía esa sustancia psicotrópica en sus redes sociales como "auxiliar en tratamiento para enfermedad física, desde un dolor muscular, agotamiento, tumores, hasta un cáncer, enfermedad emocional, depresión, ansiedad, bipolaridad y cualquier trastorno psiquiátrico". Las tomas de ayahuasca "aclaran la visión de la propia vida", añadía.

También se postulaba la toma de psilocybe, un hongo con propiedades alucinógenas al que llaman "el hongo milagroso" y califican de "increíble antidepresivo”, al tiempo que, aseguraba, mejora la creatividad, la extraversión y la empatía, entre otros aspectos de la personalidad.

Aparcó y salió a caminar

Sandra desapareció la tarde del pasado 8 de noviembre en Cabo Peñas, el punto más al norte de Asturias, donde hay un antiguo faro, un mirador sobre los acantilados y varias rutas de senderismo. La investigación apunta que llegó hasta allí con su coche poco después de las tres de la tarde. Dos pacientes le habían anulado otras tantas consultas por videollamada poco antes.

Aparcó y salió a caminar vestida con unas mallas deportivas, también con las llaves del coche. Dentro del vehículo quedó el bolso con sus objetos personales. La antena BTS sitúa por primera vez su teléfono móvil en la zona a las 15:15 horas. Varias personas la vieron sola. La señal de su teléfono móvil se pierde en esa misma zona a las 17:40 horas de esa tarde. Su móvil sigue intervenido por orden de la juez, sin resultado.

En septiembre, Sandra celebró su último cumpleaños en una finca del chamán asturiano de "Agua de Estrellas", el grupo esotérico con el que se relacionaba

Cabo Peñas era su lugar favorito para caminar y relajarse. Hasta allí llevó incluso a su madre para que conociera el lugar. Un joven con el que tuvo una breve relación en Asturias le regaló una fotografía enmarcada de Cabo Peñas que ella guardaba en su piso.

Los datos en poder de los investigadores indican que Sandra era una persona normal, agradable, brillante estudiante, buena profesional, pero con algunos "picos en sus estados de ánimo". No pasaba por un buen momento profesional, no tenía muchos clientes, pero sí un grupo de amigos y otro de teatro al que precisamente dejó de acudir la tarde que desapareció.

"Desaparición voluntaria"

La principal línea de investigación apunta, según explicó un comisario de policía, a una "desaparición voluntaria" y a que Sandra acabó en el mar Cantábrico, donde las batidas en busca de su cuerpo no han dado resultado. De hecho, la policía fue alertada ayer del hallazgo del cadáver de una mujer joven en Guecho (Vizcaya), pero no se trataba de Sandra.

En el laboratorio se analiza una camisa blanca que fue encontrada en uno de los acantilados del cabo de Peñas el 30 de noviembre por si fuera de ella. Se contemplan otras dos hipótesis: un accidente o una desaparición forzada por la intervención de una tercera persona.

Juan Manuel Medina, abogado de la familia de Sandra, defiende esa última línea y sostiene que "Sandra no fue la única persona que estuvo en Cabo Peñas aquella noche, y la policía lo sabe". En la misma línea, Joaquín Amills, portavoz de SOS Desaparecidos, sostiene que "Sandra no estuvo sola aquella tarde en Cabo Peñas", aunque desvincula su desaparición del grupo ocultista asturiano con el que había tenido contactos.

El fin de semana anterior a su desaparición, Sandra estuvo en Madrid, donde iba a volver el fin de semana siguiente. El 8 de noviembre, martes, se perdió su rastro. En sus redes sociales tenía escrita una cita de la poeta argentina Alejandra Pizarnik, una creadora tan brillante como atormentada: "soy un ser evanescente, la hija del aire, enamorada del viento".